El día en que Camilo Sesto se quebró de la emoción en el escenario
El artista dedicó una canción a su madre en un concierto en 1982, cinco meses después de la muerte de su padre, pero no pudo finalizar la actuación
Su voz se apagó a los 72 años dejando algunas de las melodías más conocidas de la música española en la memoria. Camilo Sesto falleció ese domingo tras sufrir un fallo renal, tal y como informó su representante Eduardo Guervós, una muerte que conmocionó a decenas de cantantes y fans, que lamentaron su pérdida a través de numerosos mensajes. En la mente de muchos, su fuerza en escena, esa que conquistó a cientos de seguidores no solo en este país sino en Latinoamérica, convirtiéndole en un icono de la canción melódica. Resurgen estos días algunas de sus letras más románticas, esas que interpretaba con una carga emotiva incomparable en actuaciones que ya han pasado a su historia personal.
Es el caso del concierto que dio en Palma de Mallorca, en enero del año 1982, una cita en la que mostró su lado más sensible. Cinco meses antes había fallecido su padre y su madre Joaquina se sentaba entre el público, así que quiso dedicarle a ella una de sus canciones, Perdóname. “Te voy a dedicar una de mis mejores canciones para ti solita” dice lanzándole un beso que ella le devuelve emocionada.
"Perdóname, si pido más de lo que puedo dar
Si grito cuando yo debo callar
Si huyo cuando tú me necesitas más
Perdóname...”
Los versos quedan interrumpidos por el llanto del intérprete que, lejos de esconderse, se quebró en escena sin poder contener las lágrimas que rodaban por su rostro. En medio de los ensordecedores aplausos de los asistentes, entre quienes estaban Junior y Rocío Dúrcal, trata de retomar la melodía, pero es imposible. El presentador Joaquin Prat se pone junto a él animándole, pero no logra recomponerse. “No puedo” murmura. Su madre tampoco puede reprimir un sentimiento que se desborda. Con un gesto, indica a sus incondicionales que no puede seguir. Entonces Joaquín expresa lo que muchos estaban pensando: “Señoras y señores, así es un hombre cuando da todo y lo recibe todo de ustedes. ¡Camilo Sesto!”.