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Fue el pasado mes de julio cuando llegaban a la mayoría de edad, sin embargo, como en esos momentos se encontraban haciendo el Interrail, no ha sido hasta ahora cuando Luis y Amina Martínez de Irujo han celebrado sus 18 años. La espera, sin duda, ha merecido la pena ya que los mellizos han vivido la noche de este sábado una velada muy especial que, a buen seguro, recordarán para siempre. Una fiesta llena de emociones en las que los buenos momentos no dejaron de sucederse. Y es que, a pesar de que los jóvenes se encargaron de todos los preparativos, también fueron sorprendidos con emotivos detalles con los que no contaban.
Luis y Amina apostaron por un ambiente rústico. Así, instalaron un carpa blanca cuyo interior estaba iluminado con guirnaldas de luces, mesas con manteles de flores y flores naturales en el centro.... Además, había estufas para las bajas temperaturas de la noche de San Sebastián. En cada una de estas mesas, en las que se degustó un menú compuesto por platos como tubos metalizados de praliné, cubos rellenos de gazpacho y rabo de novilla, los sitios estaban asignados previamente. Aunque el cumpleaños era conjunto, los anfitriones prefirieron sentarse separados, cada uno con sus amigos. Junto a ella estaban, entre otras, su prima Cayetana Rivera o Martina Figo, la hija de Luis Figo y Helen Svedin.
Su infancia, su adolescencia, algunos de sus viajes familiares, fiestas y momentos cotidianos vividos al lado de sus amigos del colegio, imágenes de su álbum personal al lado de sus allegados.... Todas las etapas de Luis y Amina quedaron reflejadas en un video que se proyectó justo después de la cena en la carpa que habilitaron para disfrutar de la fiesta, que se alargó hasta bien entrada la madrugada y que contó con la actuación de Trapical Minds, uno de los grupos musicales de moda que sacó a bailar a todos los asistentes.
Es precisamente esta fiesta lo que dejó algunos de los momentos más especiales de la velada, y es que los mellizos quisieron comenzar la celebración con un vals en el que compartieron protagonismo con sus padres, a quienes convirtieron en sus respectivas parejas de baile. Mientras que Amina bailó el vals inicial al lado de su padre, Cayetano Martínez de Irujo, Luis lo hizo al lado de su madre, Genoveva Casanova. El aristócrata y la mexicana han vivido con enorme ilusión todos preparativos de este cumpleaños y han ayudado a sus hijos a elegir decoración, menú, vestuario....
El hecho de que apostaran por el palacio Arbaizenea para esta celebración es un hecho muy significativo y supone un gran homenaje a su abuela paterna, Cayetana Fitz-James. Cabe recordar que este bello enclave del País Vasco era uno de los refugios favoritos de la duquesa, quien solía pasar allí todos los meses de julio. Unas escapadas a las que normalmente se sumaban Luis y Amina, que conservan bonitos recuerdos familiares en esta impresionante edificación con vistas a La Concha que ahora pertenece a su padre.
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