El pasado mes de julio, tras su regreso del Mundial de Natación de Gwangju, en Corea del Sur, donde obtuvo tres medallas, Ona Carbonell era recibida por los reyes Felipe y Letizia en el Palacio de la Zarzuela, que premiaron el trabajo y esfuerzo de la nadadora y lo que representa para el deporte español. Un cálido encuentro en el que no faltaron besos, abrazos y múltiples muestras de afecto que de forma inevitable saltaron a primera plana por el error de protocolo que acababa de producirse. En aquel momento, la deportista no imaginaba el revuelo mediático que iba a causar su saludo y, aunque ya aclaró los motivos de su comentado lapsus en el plató de Viva La Vida, su audiencia en Palacio ha vuelto a convertirse en el tema principal de su visita a El Hormiguero.
La nadadora ha sido recibida por Pablo Motos en el plató entre cálidos aplausos. Una vez allí, daba la enhorabuena a la deportista, que tras el Mundial de Corea del Sur se convertía en la mujer con más medallas del mundo en natación, solamente por detras de Michael Phelps y Ryan Lochte. "La verdad es que nadie del equipo sabía que existía este récord", comentaba antes de que Motos aludiese al beso "más polémico que el de Bisbal y Chenoa". "Salí supercontenta, pensando 'ha ido super bien, son encantadores y les encanta el deporte'. Y por la tarde estaba viendo el movil y vi que me había saltado el protocolo. Yo, con toda la ilusión del mundo fui a darles un beso porque ya les había visto otras veces. En varias ocasiones me he dado besos con ellos... Les encanta el deporte, siempre apoyan mucho a los deportistas y yo me fui de allí supercontenta, aunque después vi que había metido la pata un poquito".
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Una de las medallas de este último campeonato la realizó utilizando un discurso de Nelson Mandela como 'música' de fondo. La nadadora aseguraba que decidió apostar por las palabras de Mandela porque quería "aportar algo nuevo" a su deporte. "Nelson Mandela siempre utilizó el deporte como herramienta de cohesión social y quería hacer algo que me inspirase. Cuando vi este discurso, supe que era ese, porque habla de la esperanza que crea el deporte", explicaba.
Después de 7 mundiales, 14 años en la élite y 10 horas de entrenamiento diario, Ona calcula que ha pasado 6 años de su vida dentro del agua. La deportista asegura que, aunque ya no se le arrugan los dedos, fuera del agua es muy patosa, porque pierde la sensación de gravedad. "Estamos tantas horas en ingravidez que nos falta impacto en las articulaciones. Me duele mucho la espalda si estoy más de una hora de pie. Tengo que hacer estiramientos y saltar a la comba para hacer impacto", comentaba. "Pero mi mundo es el acuático, luego puedo estar seis horas en el agua sin tocar el bordillo", añadía.
Por otra parte, Ona se divirtió con Trancas y Barrancas, se rió con El Monaguillo y quedó muy sorprendida con los retos de Pilar Rubio, que se efrentó a una dura prueba de apnea en la que superó los 4 minutos y 8 segundos sin respiración dentro del agua. "Se lo quiero dedicar a mis seguidores de Instagram, que somos 4 millones ya y me han estado apoyando desde el principio, al equipo de El Hormiguero y a mi gran número 4, que es mi marido", comentaba la colaboradora emocionada cuando salió del agua. "Qué crack. Me entran ganas de llorar a mí también. Supera todo lo que le propongan, dile que la fichamos para el equipo, porque con ese tiempo...", decía Carbonell.