Tras meses de intensos preparativos, de esfuerzo y de ilusión, al fin ha llegado el día que Francisco Rivera esperaba desde hacía meses, la Goyesca de Ronda. Una tradición taurina de la que han disfrutado decenas de vecinos de la localidad además de amigos y familiares del diestro que no han querido dejar pasar la oportunidad de vivir esta fiesta en primera persona. Pero entre todos los asistentes, entre los que destacan numerosos rostros conocidos, hay una persona que se ha convertido en la indiscutible protagonista de la jornada: Cayetana Rivera Martínez de Irujo.
La hija mayor de Francisco Rivera, a la que cariñosamente suelen llamar Tana, no solo ha acaparado las miradas porque mantiene su vida normalmente lejos del foco mediático sino porque es la primera vez que acude a la Goyesca con su novio, Quique González de Castejón. Los jóvenes hicieron pública su relación con total naturalidad hace solo unos meses, concretamente el pasado junio, cuando acudieron juntos a las Ventas, pero han demostrado que lo suyo está muy afianzado y marcha viento en popa ya que esta corrida se trata de un acto muy especial para la familia paterna de ella. Así, podría considerarse que esta ha sido su presentación oficial como pareja.
El chico que ha robado el corazón de la nieta de la duquesa de Alba tiene 23 años y ha estudiado la carrera de Dirección y Administración de Empresas en la Universidad Carlos III de Madrid. Tras finalizar su etapa universitaria empezó su andadura laboral en el departamento financiero de la empresa Tressis. Sin embargo, su verdadera pasión y a lo que dedica gran parte de su tiempo es el hockey hierba, deporte al que se dedica de manera profesional desde septiembre de 2015 en el equipo Club de Campo Villa de Madrid, segundo en la División de Honor masculina. Su juego le hizo llegar poco después a la Real Federación Española de Hockey.
El madrileño, galardonado en 2016 como MVP (jugador más valioso) en el mundial Sub-21 y ganador de la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de las juventudes, ya ha sido llamado por la Selección. Su amor a este deporte viene de familia, pues su padre también era jugador de hockey. Además, tiene como maestro a otro gran jugador, Bosco Pérez-Pla, uno de los fijos de la absoluta.