Don Juan Carlos, una vida llena de enfermedades y operaciones quirúrgicas
Repasamos los achaques y accidentes que ha sufrido el padre del Rey a lo largo de sus 81 años
Este sábado 24 de agosto el rey don Juan Carlos I va a ser intervenido quirúrgicamente de una cardiopatía. Se trata de la primera operación de corazón a la que se somete y tendrá lugar en el Hospital Quirón, en Pozuelo de Alarcón, Madrid. La cirugía está programada desde el pasado mes de junio, cuando el padre de Felipe VI acudió a hacerse una revisión en la que los médicos detectaron alguna anomalía de la que no han trascendido detalles. Desde que acudiese a ese chequeo anual, don Juan Carlos ha continuado haciendo vida normal, viajando y acudiendo a todo tipo de actos y eventos, ya que la intervención a la que va a someterse no requería ser realizada con urgencia. Aunque el Rey no haya padecido hasta ahora ninguna enfermedad cardiaca, lo cierto es que nunca ha podido presumir de tener una 'salud de hierro'. Por el contrario, su vida ha estado llena de dolencias y operaciones.
La primera vez que el hijo de Juan de Borbón entró en un quirófano tenía solo 10 años (en 1948). El entonces infante se encontraba internado en un colegio de Suiza cuando empezó a sufrir fuertes dolores en los tímpanos, por los que necesitó someterse a una intervención menor debido a una otitis que le provocaba además fuertes dolores de cabeza. Solo unos años más tarde, en 1954, don Juan Carlos tuvo que ser operado de apendicitis en Tánger, donde su familia tuvo que hacer una parada de urgencia para que fuese atendido mientras navegaban por el Mediterráneo. También durante su adolescencia, mientras hacía su instrucción militar en la Academia de Zaragoza, padeció una hepatitis por la que tuvo que ser hospitalizado durante seis días.
En mayo de 1962, días antes de su boda con la princesa Sofía de Grecia, Juan Carlos de Borbón sufría una caída en Atenas mientras practicaba judo con el príncipe Constantino por la que se fracturó la clavícula izquierda. Afortunadamente pudo recuperarse para el enlace, aunque necesitó llevar un vendaje en el hombro bajo su uniforme de gala. "Estábamos de risas, tirándonos al suelo el uno al otro, y se me salió el hombro. Tuve que ir al hospital. El día de la boda todavía me dolía muchísimo. Me pusieron infiltraciones. Aun así, pude bailar. Me quedaba el otro brazo", contaba él mismo en una entrevista que ofreció en el año 2014 y que no ha visto la luz en España hasta enero de este año, cuando el monarca autorizaba a su autora a publicar su contenido en la revista Point de Vue.
Deporte, su pasión y perdición
En el año 1977, tuvo un brote de herpes en la cara. Por ese motivo es frecuente ver al monarca con barba, pues esta enfermedad viral es crónica y, de vez en cuando, le aparecen brotes cutáneos. Ese mismo año, una mala caída en el yate Fortuna fue la desencadenante de sus dolores de espalda. Sus problemas de salud no acabaron ahí, y casi todas las operaciones a las que se tuvo que someter en los años siguientes fueron consecuencia de la práctica de alguna de sus actividades favoritas. Así, el 21 de junio de 1981 don Juan Carlos sufría un aparatoso accidente tras un partido de squash, que le volvió a llevar al hospital al sufrir un profundo corte con un cristal en el nervio radial del brazo izquierdo. El monarca se había dado un fuerte un golpe contra una puerta de cristal, que le causó múltiples heridas en el tórax, un muslo, el antebrazo izquierdo, ambas manos y la nariz.
En 1983, practicando esquí en Suiza, uno de sus deportes favoritos, sufrió una fractura de pelvis que le llevó a pasar primero un mes en la cama y más tarde le obligó a pasar por el quirófano en varias ocasiones. Dos años más tarde, el 19 de julio de 1985, le extirparon una fibrosis que se le había formado. Y, en diciembre de 1991, el monarca necesitó volver a ser intervenido de una fractura por hundimiento de la meseta tibial, tras sufrir una nueva caída en la nieve por un choque con otro esquiador en Baqueira Beret. Necesitó llevar muletas hasta abril del 92. Cuatro años después (en 1995) volvió a caerse esquiando, esta vez en Candanchú (Huesca), y le tuvieron que escayolar el brazo derecho. Ese mismo año tuvo el monarca volvió a padecer problemas de en los oídos y se sometió a pruebas de audiometría. De hecho, en 2010 la Zarzuela confirmó que el rey llevaba "bastante tiempo" utilizando audífonos en ambos oídos.
Segunda 'mala racha'
Desde entonces, hasta 2001, la salud del Rey mejoró notablemente y solo hay constancia de una operación en el mes de marzo para eliminar unas varices de su pierna derecha. No obstante, esa 'buena racha' solo duró hasta 2010. Durante el mes de mayo se le extirpó un nódulo pulmonar, del que finalmente se descartó la presencia de células malignas. En 2011, "como consecuencia de antiguas lesiones producidas en prácticas deportivas", Juan Carlos de Borbón se sometió a una artroplastia para corregir "los dolores articulares" de su rodilla derecha; y ese mismo año, tan solo unos meses más tarde, se rompió el tendón de Aquiles del pie izquierdo y volvió a ser operado.
El 14 de abril de 2012 se le implantó una prótesis en la cadera derecha, afectada por la artrosis, que se fracturó en tres partes tras una caída. Dos semanas más tarde volvió a pasar por quirófano para corregir una luxación de esa misma cadera. A finales de año, don Juan Carlos necesitaba ser intervenido nuevamente para realizarse un implante de prótesis en la cadera izquierda. El año 2013 tampoco fue 'bueno' para la salud del monarca. En marzo era hospitalizado para que se le extirparan dos segmentos herniados de disco situados en la zona lumbo-sacra de la columna vertebral, tras la agudización de una hernia que llevaba varios años diagnosticada. La prótesis provocó una infección por la que necesitó ser operado nuevamente meses más tarde. También en 2013 se le implantó una prótesis definitiva en un tejido sano de la cadera izquierda.
Tercera 'mala racha'
Después de cinco años esquivando el quirófano, don Juan Carlos necesitaba ser ingresado una vez más el 7 de abril de 2018 para que le sustituyeran la prótesis que se le implantó en la rodilla derecha en 2011 para conseguir una mayor movilidad en la articulación. En marzo de ese año el rey reaparecía durante la presentación de los carteles de la Feria de San Isidro con un pequeño moratón en el ojo izquierdo. La Casa Real informó poco después de que era consecuencia de la extirpación preventiva de una lesión cutánea en la piel debido a una sobreexposición solar.