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Ha pasado ya más de un trimestre desde que Óscar Casas hizo las maletas y se instaló en Colombia debido a su incorporación al reparto de la segunda temporada de Siempre bruja, serie de Netflix en la que interpretará al personaje Kobo. "No puedo estar más contento con lo que se está haciendo. Tengo ganas de que lo veáis", decía el joven en redes sociales, donde suele compartir algunos momentos de esta aventura que le obliga a estar por un tiempo lejos de los suyos, a los que echa de menos. Es por eso que le ha hecho especial ilusión que su pareja, Begoña Vargas, haya decidido cruzar el charco para estar unos días juntos.
"Visitas que marcan la diferencia", dice el joven intérprete junto a una bonita foto tomada tomada en la localidad de Honda. "Colombia nos sienta bien", asegura la protagonista de La otra mirada, quien ha compartido la misma imagen. Una instantánea en la que la pareja ha recibido miles de likes y de comentarios, entre los que se encuentran no solo compañeros de profesión sino también los hermanos de Óscar, quienes parecen estar entusiasmados con esta relación . "Muero con vosotros", asegura Sheila Casas. "Oooooooh", añade Christian Casas. Mario Casas, por su parte, reacciona a la publicación con un emoticono de un corazón.
"Siempre me llama la atención la naturalidad. Eso y la simpatía, tanto en chicas como en chicos. Y en cuanto a físico, no tengo un prototipo determinado, pero me gustan más las morenas", decía hace aproximadamente un año Óscar Casas en una entrevista, requisitos que parece haber encontrado en Begoña, con la que sale desde finales del pasado año. A pesar de que mantienen un romance discreto, lo cierto es que actúan con naturalidad, nunca se han escondido y son constantes los piropos mutuos que se dedican en redes sociales, donde cuentan con miles de seguidores ya que su carrera interpretativa tiene una enorme repercusión.
Cabe recordar que Óscar Casas no solo pertenece a una familia de actores sino que él comenzó siendo solo un niño, con siete años, su andadura laboral. Un camino similar al que ha seguido Begoña, aunque en su caso sus inicios fueron en el mundo de la danza, afición que comparte con su novio, y la música, ya que solo con diez años se matriculó en danza moderna en la escuela de Loeches. Algo que pronto compaginó con el teatro ya que fue elegida para participar en el musical de Los miserables, de Victor Hugo.
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