El domingo es su gran día. Joana Pastrana combate el próximo 4 de agosto para revalidar su título de campeona del mundo de Peso Ligero IBM por tercera vez. La púgil se medirá en sobre el cuadrilátero contra la constarricense Yokasta Valle en una velada de lo más prometedora que se celebra en el Arena Marbella. Desde que se hiciera con su primer título en 2016, se ha convertido en un ejemplo de lucha y constancia para otras mujeres que persiguen sus sueños y Primor, que apoya el deporte femenino español, patrocina su carrera. Esta madrileña de 28 años ha logrado llegar a lo más alto del boxeo, deporte en el que comenzó como pasatiempo para desconectar tras una larga jornada de trabajo y que ha terminado siendo su modo de vida. A escasos días de enfrentarse a Valle, HOLA.com ha hablado con ella para conocer sus sentimientos antes del combate, cómo ha sido su preparación y la importancia de la mujer en el deporte.
Este domingo vuelves a defender tu título Mundial de Peso Mínimo ante Yokasta Valle, ¿qué sensación tienes en el cuerpo ahora mismo?
Estoy muy tranquila aunque impaciente, porque tengo muchas ganas de demostrar lo que tanto tiempo llevamos preparando en el gimnasio. Me siento confiada. En este deporte te tienes que ver ganadora, no es ni prepotencia ni nada. Hay que estar muy seguro de lo que uno realiza para poder subir con garantías al ring, no puedes hacerlo dejándote algo a medias, o sin confiar en tu trabajo.
¿Cómo te has preparado para este importante combate?
Cada preparación se supera a la anterior. Hemos tenido que pulir un par de cosillas que no nos terminaban de convencer de anteriores preparaciones y vamos mejorando. Cada combate aumenta nuestro grado de experiencia y estamos más seguros de lo que hacemos. Así que lo más importante ha sido planear una buena preparación previa.
¿Cuáles son las cualidades necesarias para llegar a ser una grande del boxeo como tú?
Son varios factores. El que me atañe a mí es la constancia, el marcarme un objetivo y hacer todo lo posible para conseguirlo. Después, sin lugar a dudas, mi equipo. Sin ellos yo no podría haber hecho nada en el mundo del boxeo. Y en tercer lugar los sponsors, porque sin ellos tampoco se podría hacer realidad los combates ni organizar los eventos. Esos tres puntos son la clave.
¿Por qué comenzaste a boxear y decidiste competir?
Mi primer objetivo fue precisamente ese, competir. Yo trabajaba y cuando salía del trabajo quería desconectar. Era solo un hobbie, pero lo fue solo el primer mes. Me encantó y me enamoré del boxeo, y a partir de entonces en vez de ir dos veces a la semana, quería ir todos los días y seguir aprendiendo. Así, llegó un punto en el que mi entrenador y yo dijimos: “¿Y por qué no probamos una competición?”. Y a partir de ahí se convirtió en la adicción total. La adrenalina que descargaba en la competición es la que en mi cabeza hizo un clic y dijo: “Tienes que sacar todo lo que puedas de este deporte que es lo que te llena por dentro”. Y así empecé.
¿Qué significa el boxeo para tí?
A día de hoy lo es todo. Es mi forma de vida, es mi trabajo, mi día a día. Ahora mismo ocupa casi la totalidad de mi tiempo. Así que, a día de hoy, el boxeo es lo más para mí y además obteniendo resultados.
En 2016 te convertiste en la primera mujer de la historia en ganar el Campeonato de Europa de boxeo de peso mínimo y en 2018 conseguiste el título mundial. Desde tus inicios ¿Quién te está ayudando en tu carrera? ¿Siempre has contado con el apoyo de tu familia?
Desde ese momento hay tres personas en mi carrera para que yo siga hacia arriba y que me han ayudado en cada preparación más y más. Son: mi mánager, mi entrenador y mi pareja. Son esas tres personas las que, desde que me convertí en campeona, me acompañan, me guían, me siguen, hacen de psicólogos… Son fundamentales para que yo esté donde estoy a día de hoy.
Cuando comenzaste en el mundo del boxeo, ¿qué pensaron tus seres queridos?
En un primer momento pensaban que iba a ser un pasatiempo y que tan solo era una experiencia más en mi vida. Me apoyaron porque era lo que en ese momento me gustaba y pensaron que se me pasarían las ganas. Al final sucedió todo lo contrario y mi pasión ha ido en aumento. Al igual que yo he continuado con mi carrera, ellos han seguido apoyándome y están muy orgullosos y van a verme a todos los combates que pueden. Me motivan porque saben que yo soy feliz boxeando.
Tradicionalmente se piensa que el boxeo no puede estar relacionado con el cuidado de la imagen, sin embargo tu patrocinador es Primor, ¿crees que este apoyo es una ruptura con el pasado y el estereotipo de mujer deportista que muchos tenían hasta ahora?
Claro que sí, son muy valientes por esta apuesta y juntos vamos a romper con esos estereotipos de que una mujer femenina y el deporte no es compatible. Estamos muy encantados de estar con Primor y seguir demostrando, no solo en el ámbito deportivo, también en el estético, que yo puedo ser boxeadora y cuando salga por la noche me pongo mi maquillaje y puedo ser igual de femenina que siempre. El mundo del deporte no tiene por qué estar reñido con la imagen personal.
Aunque aún queda mucho por hacer, ¿qué opinas de la creciente visibilidad que se le está dando al deporte femenino en España?
Estoy encantada porque deportistas mujeres y buenas ha habido siempre pero hemos estado siempre en un segundo plano. Gracias a la visibilidad que nos están dando podemos salir a la luz. Se está demostrando al mundo, y a España en concreto, que hay mucha calidad en el mundo de las mujeres deportistas. Que siga aumentando esta visibilidad, por favor, y nosotras debemos seguir el camino y demostrar que podemos. Es una buena forma de abrir puertas a las generaciones más pequeñas.
¿Qué crees que supone ser mujer dentro del mundo del deporte?
Seguro que mucha gente me ha menospreciado aunque a mí no me lo han hecho llegar. Siempre me he rodeado de gente que confía en mí y me apoya, si no hubiesen creído en mí, ellos tampoco hubieran estado al lado mío. Claro que hay gente que sigue pensando que eres inferior.
En los entrenamientos, ¿combinas peleas con hombres y mujeres?
La mayor parte la hago con mi entrenador aunque sí que entreno con hombres. A mí me gusta porque a la hora de subirme al ring lo hago con una mujer que, quieras o no, es más pequeña, pesa menos, tiene menos fuerza… Entrenando con hombres yo adquiero otras habilidades. Sí que hay una parte de la preparación en la que contamos con la ayuda de mujeres para preparar de la forma más real el combate.
Doña Letizia es defensora y apoya públicamente a las mujeres en el deporte, ¿has recibido apoyo por parte de ella o te gustaría recibirlo?
Hace meses me otorgaron el Premio Reina Letizia a la deportista española más destacada del año aunque por motivos de agenda aún no he podido ir a la entrega. Eso sumado a los ánimos que recibo de gente de aquí y del extranjero, por redes sociales… es una gran motivación para continuar. Ver que la gente está ansiosa y se preocupa en saber los resultado me hace ver que lo que hago les importa. Que alguien que no te conozca personalmente esté pendiente es brutal. No solo yo quiero conseguir las metas, hay gente que no conozco que también lo desea.
Dentro del mundo del boxeo, ¿tienes algún ídolo? ¿Alguien que te inspire?
Sí, mi entrenador Nicolás González es boxeador profesional y es él. Es la persona que me está enseñando todo lo que ha aprendido a lo largo de su carrera y me lo transmite y a la vista está que funciona y da sus frutos.
¿Algún ritual antes de subir ring?
No, la verdad es que no. Intento deshacerme de todo tipo de manías o rituales para que no se conviertan en una obligación y el día de mañana, imagínate que no puedo hacer algo de eso por lo que sea y no gano. No me gustaría culpar a ese rito que no he hecho mi pérdida. Cuando estoy cogiendo una manía intento deshacerme de ella. Lo que me va a hacer ganar el combate ya lo he hecho tiempo atrás.
¿Qué supondría revalidar tu título en el Arena Marbella este domingo en Puerto Banús? ¿A quién dedicarías la victoria?
Un sueño cumplido. Cada combate es un sueño cumplido. Cuando estás ahí arriba ves lo difícil que ha sido el camino y lo complicado que supone mantenerse. Después de tanto tiempo de preparación, ves que llega el momento y es muy satisfactorio. Es una meta más. A esas tres personas que me apoyan y que he nombrado antes, además de a los que hacen que este deporte crezca día a día.
Para terminar: ¿Imaginaste llegar a combatir por revalidar tres veces el título de Campeona del Mundo?
Por una parte sí porque siempre me ha gustado pensar en grande pero no pensé que fuese a hacerse realidad tan pronto. Si me lo hubieran dicho al principio no me lo hubiera creído, aunque al final hubiera visto que es realidad.