48 horas antes de que arrancara el programa del jueves, Pasapalabra anunciaba a través de sus redes sociales que el espacio tenía reservada una gran sorpresa: "Algo va a ocurrir con Jero... Y él no se lo imagina. Este jueves, 1 de agosto". Todo apuntaba a que el salmantino se haría con el bote del programa vespertino y nada más lejos de la realidad. Jero era eliminado en la recta inicial del espacio al batirse en duelo para mantener su sillón azul con una nueva contrincante, Isabel. "Relato o narración breve de ficción" era la pregunta que Christian Gálvez le lanzaba. Una cuestión que, a priori, parecía que el concursante no tendría dificultad de contestar, pero falló. 'Cuento' era la respuesta correcta y no 'crónica', que fue su primera opción, aunque rápidamente acertó a dar con el término correcto.
Esto se producía después de haber fallado anteriormente, lo que le dejaba directamente fuera de Pasapalabra. Se hacía el silencio en plató e Isabel abría los ojos incrédula por lo que acababa de pasar. "Encantada de haberte conocido, quiero una foto contigo", le decía a Jero antes de ocupar su merecido sitio, que le daba la oportunidad de seguir con la competición.
Orestes, su gran rival en el juego, con el que acababa de cumplir sus bodas de diamante (75 programas juntos), tal y como bromeaba el burgalés hacía tan solo un día, se quedaba roto. Esta carrera de fondo entre estos dos fantásticos participantes veía su fin con un fallo de mucha menor dificultad que la gran mayoría de aciertos que había demostrado a lo largo de toda su trayectoria en el espacio de Mediaset. Emocionado, cuando el joven de 22 años llegaba a la gran prueba final, el rosco, le dedicaba a su compañero unas bonitas palabras: "Ha sido un programa intenso con su parte amarga (…) Lo que he vivido contigo no tiene nombre. Ojalá te lleves el rosco que tanto te mereces, que te has ganado como nadie".
Jero ha participado durante 120 programas completos, día a día desde el pasado mes de abril, en los que ha demostrado sabiduría y una gran templanza en los momentos más tensos. Todo apuntaba a que se llevaría el gran bote pero finalmente la gran sorpresa anunciada era su inesperada eliminación. Se va a casa con 97.200 euros y una emotiva despedida. "Estoy en una nube, siempre digo que cada programa de Pasapalabra es un regalo, una maravilla, una fuente de emociones, alegrías (…) estoy muy contento y agradecido", comentaba con su calma habitual.
"A Orestes le deseo toda la suerte del mundo (…) Me siento muy feliz de formar parte de este programa tan maravilloso y que hace tan feliz a tanta gente. Unas veces se gana y otras se aprende". "Cada minuto vivido, las conversaciones en el hotel, las comidas… todo lo que he aprendido de ti. Todo lo que pueda decir ahora es insuficiente, cuando tenga una palabra mejor que decir la diré", le devolvía su gran duelista con la voz entrecortada.