Este verano está siendo muy diferente en casa de Iker Casillas y Sara Carbonero. La pareja se ha enfrentado a graves problemas de salud de los que, por lo que parece, han salido airosos pero que han cambiado por completo sus vidas. Tanto el futbolista como la periodista son muy conscientes de ello y, lejos de ocultarlo, no cesan de compartir los altibajos que experimentan mientras intentan recuperarse y volver a la normalidad. Si hace algunos días leíamos un emocionante texto del exmadridista sobre su nueva etapa profesional, ahora es su mujer quien ha querido pararse a reflexionar sobre su vida.
"Las semanas transcurren entre médicos, pruebas, incertidumbres, maletas, mucha improvisación de última hora, ratos de alivio pero sobre todo están llenas de momentos muy intensos que estoy saboreando como nunca. De repente las cosas más cotidianas y banales del mundo han dejado de serlo para convertirse en instantes únicos y mágicos, muchos problemas se han ido de golpe", ha escrito Sara junto a una fotografía de una rosa que, como ella misma explica, le ha traído su hijo Martín a la cama. "Siento a mi gente más cerca que nunca y me estoy riendo, creo que como jamás antes lo había hecho. Porque la vida es así, un cambio constante, un regalo precioso pero envenenado", añade.
"Cuando le he preguntado si se había hecho daño al cogerla me ha respondido que sí, que de hecho se había pinchado pero que merecía la pena por darme la sorpresa. Luego le hemos quitado las espinas y la hemos metido en un jarrón con agua. '¿Ahora te gusta más?', le he preguntado. 'No mamá, ahora no parece una rosa de verdad'. Y tenía toda la razón, porque la rosa no deja de ser bonita por tener espinas, ni las espinas dejan de hacer daño porque tengan rosas", explica en una preciosa alegoría con la que intenta explicar justo aquello a lo que se ha referido previamente.
"Siempre hay algo de dolor en lo bello y mucho de belleza en la adversidad. Y en esas estamos, consiguiendo que los ratos buenos superen con creces los menos buenos. Porque como diría el gran Andrés Montes, la vida puede ser maravillosa", finaliza la periodista en un emocionante texto que se ha llevado los mejores comentarios de sus seguidores.
Iker Casillas sufrió un infarto agudo de miocardio mientras entrenaba con el Oporto el pasado 1 de mayo. Cuando aún no se había recuperado del susto en una revisión le vieron un tumor maligno en el ovario a Sara Carbonero, por lo que fue operada y sigue a tratamiento.
Sara tiene por delante una complicada etapa, pero cuenta con el apoyo incondicional de su familia y sus amigos. "Todavía me quedan unos meses de lucha mientras sigo el tratamiento correspondiente. Estoy tranquila y con la confianza de que todo va a salir bien. Sé que el camino será duro pero también que tendrá un final feliz. Cuento con el apoyo de mi familia y amigos y con un gran equipo médico", aseguró hace algunas semanas.
De momento, el matrimonio disfruta del verano con sus dos hijos, Martín y Lucas, de cinco y tres años respectivamente. La familia está pasando unos días de descanso en el pueblo de la periodista, donde los pequeños acuden a la piscina municipal con su padre y su tía Irene Carbonero. Casillas no duda en cuidar de los suyos en estos momentos tan complicados, especialmente para su mujer.