Este fin de semana el mundo de la televisión despedía a uno de los artistas que más ha hecho reír en los últimos años. Eduardo Gómez, recordado por sus papeles en Aquí no hay quien viva y La que se avecina, fallecía a causa de un cáncer de garganta que se había agravado los últimos meses. Numerosos rostros conocidos se despedían del actor a través de las redes sociales y muchos de sus compañeros de reparto se acercaban al tanatorio para darle el último adiós. Era precisamente Alberto Caballero, uno de los directores de la ficción, quien daba la triste noticia a través de su perfil de twitter.
El actor, que acaba de cumplir 68 años, deja para la memoria televisiva grandes momentos y desternillantes secuencias. Sin embargo, su último proyecto aún no había visto la luz. Será esta noche del lunes 29 de julio cuando se estrene el trabajo póstumo del madrileño, invitado en el primer capítulo de la segunda temporada de Trabajo temporal, en la que diferentes rostros conocidos deben trabajar en empleos que nada tienen que ver con los suyos.
En esta primera entrega, Eduardo Gómez debe meterse en el papel de un empleado de mudanzas, tarea que hará junto a Álex Casademunt (Operación Triunfo). Por otro lado, Rosa López será matrona de un hospital por un día. Los tres deberán realizar las mismas labores que sus compañeros, cumplir con el horario y acatar las órdenes de sus jefes, tal y como recoge el comunicado de RTVE sobre el estreno de esta segunda temporada.
Humor y emoción se combinan en un original formato en el que los cantantes, artistas o presentadores que participan contarán su experiencia y serán valorados por sus compañeros de trabajo. A buen seguro la presencia del cómico irá cargada de carcajadas en el que se ha convertido en un homenaje póstumo no previsto, pues fue antes de la triste noticia cuando RTVE anunciaba el contenido de los programas.
El actor, que ha sido incinerado la mañana del lunes 29, luchó hasta el final y llevó su enfermedad con total discreción, tal y como ha contado su hijo, Héctor Gómez, a la agencia EFE. "Su cuerpo estaba agotado pero su mente seguía luchado" y no quiso hacer pública su situación "para no preocupar ni hacer sufrir a la gente", ha explicado a las puertas del Tanatorio de la M30 en Madrid, su ciudad natal.