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Después de ocho emocionantes temporadas y más de una década de espera, el último capítulo de Juego de Tronos dejó con bastante mal sabor de boca a buena parte de los seguidores de la exitosa ficción de HBO. Tanto que cerca de dos millones de personas llegaron a firmar una petición a través de la plataforma Change.org solicitando que se reescribiese el guion, se emitiese un final alternativo y se contestasen a las muchas cuestiones que quedaron en el aire. Algo ante lo que los responsables de la ficción no se habían pronunciado, hasta ahora.
© HBODurante un evento celebrado estos días en Estados Unidos, Casey Bloys, jefe de programación de HBO, ha querido responder a las críticas de los fans de la serie. "Hay muy pocas desventajas de tener una serie inmensamente popular, pero una de las que se me ocurren es que, cuando intentas acabarla, mucha gente tiene opiniones rotundas de cómo debería terminar", explica. "La petición demuestra mucho entusiasmo y pasión por la serie, pero no fue algo que consideráramos de forma seria", comentaba mientras revelaba lo que muchos ya esperaban: no se volverá a grabar la octava temporada. Bloys asegura además que, aunque las conversaciones entre HBO y los creadores de la serie fueron mínimas, se siente personalmente satisfecho con los capítulos finales de la serie. A pesar de las críticas, la serie ha sido un auténtico éxito y ha logrado un récord de 32 nominaciones para la próxima entrega de Premios Emmy, que se celebrará el próximo 22 de septiembre en el Teatro Nokia L.A. Live de Los Ángeles, California.
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Por otro lado, el directivo ha hablado de la esperada precuela que se está preparando. Bloodmoon – Luna de sangre, en español- estará ambientada 8.000 años antes del inicio de Juego de Tronos. En ella el espectador podrá conocer el origen y formación de los caminantes blancos y cómo empezó su particular guerra con los hijos del bosque. "El rodaje ha terminado. Pinta muy bien. El reparto estuvo increíble y ya están ocupados en la sala de montaje", asegura Bloys haciendo referencia al episodio piloto de la ficción, que está siendo grabada en Belfast, Irlanda del Norte, y estará protagonizada por la actriz Naomi Watts.
