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Chelsea Clinton ya está en casa con su pequeño Jasper. La hija de Bill y Hillary Clinton daba a luz a su tercer hijo el pasado lunes y, tres días después, se dejaba ver abandonando el Hospital Lenox Hill, en Upper Easy Side de Manhattan. Lo hacía muy sonriente, acompañada de su marido, Marc Mezvinsky, y de su madre, Hillary, quien se encontraba pletórica. De ahí que no dudara en saludar efusivamente a los medios de comunicación apostados a las puerta del centro médico.
Para la ocasión, la hija del expresidente elegía un vestido azul de manga corta y con flores estampadas en color blanco, el mismo que lució en 2016, tras el nacimiento de otro de sus hijos, Aidan, que en la actualidad tiene tres años -Chelsea y Marc, de 39 y 41 años respectivamente, tienen además a Charlotte, de cuatro años-. A su salida del hospital, madre e hijo -y el resto de acompañantes- se trasladaron a su residencia de Gramercy. Chelsea llevaba a su pequeño en sus brazos, envuelto con una mantita e intentando preservar su rostro del aluvión de flashes.
El padre de Chelsea, de 72 años, ha acudido al hospital -en el que también vinio al mundo Blue Ivy, hija de Beyoncé- prácticamente todos los días desde que la joven dio a luz, aunque en estos momentos se encuentra en Finlandia, tal y como ha revelado la prensa internacional. Fue precisamente la orgullosa mamá la encargada de compartir con sus seguidores la feliz noticia. "Gracias a la increíble familia de doctores, enfermeras y personal de @lenoxhill durante estos días y a sus cuidados a mi familia, especialmente a Jasper", escribió horas después de dar a luz a su tercer hijo, con el que los Mezvinsky Clinton se han convertido en familia numerosa.
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