Genoveva Casanova abandonó su México natal apenas un año antes de que nacieran sus hijos, Luis y Amina Martínez de Irujo. Los mellizos nacieron en Ciudad de México pero fueron presentados en Sevilla, en la finca de la familia de su padre, Cayetano Martínez de Irujo. Aunque siempre han vivido en Europa, su madre intenta que recuerden sus raíces. Siempre que pueden, se van de vacaciones a visitar a su familia al otro lado del charco, y cuando no, son los mexicanos los que se dan un salto por España. Genoveva recuerda con cariño su infancia en México a través de sus redes sociales, con instantáneas en las que aparece casi siempre rodeada de caballos, pasión que ha acabado transmitiendo a sus hijos. Una familia que intenta mantenerse unida a pesar de la distancia.