Pertenecen a dos de los linajes más antiguos de Europa, pero ellas encarnan la rabiosa modernidad. Por un lado está Brianda Fitz-James Stuart, nieta de la duquesa Cayetana de Alba y descendiente del mismísimo Jacobo II de Inglaterra y VII de Escocia, último monarca católico que gobernó en Reino Unido. Por otro, la princesa Scilla Ruffo di Calabria, sobrina nieta de la reina Paola de los Belgas y heredera de Siggerio Ruffo, mariscal del emperador Federico II en el siglo XIII.
Ambas comparten alcurnia, belleza, elegancia y juventud. Y también tienen en común su pasión por la música. Brianda, hija del editor Jacobo Siruela y de María Eugenia Fernández de Castro, lleva años trabajando como DJ y amenizando las mejores fiestas de Madrid. Lo compagina con el diseño de moda y la ilustración -acaba de publicar el libro de ilustraciones “Mi universo re-creativo” (Lunwerg), en el que plasma su universo onírico, lleno de curiosidades y bestias-. Scilla, hija del príncipe Augusto Ruffo di Calabria y de la princesa Irma de Windisch-Graetz, también es DJ, y toda una celebridad en las pistas de baile de Milán.
El próximo 9 de agosto, ambas aristócratas pincharán juntas por primera vez. Y lo harán en un escenario digno de su ascendencia: el Marbella Club, patio de juegos de la realeza europea desde hace más de medio siglo. El empresario Julián Porras-Figueroa, marido de Olivia de Borbón, y el fotógrafo Hubertus de Hohenlohe, hijo del príncipe Alfonso de Hohenlohe y de la princesa Ira de Fürstenberg, darán una fiesta para amigos a la que han bautizado 'The Legendary Party'. Solo por su nombre ya se intuye que será una de las grandes citas sociales de la temporada estival en la Costa del Sol.
No será la primera vez que la princesa Scilla pise España. De hecho, visita con frecuencia nuestro país ya que su hermana, Fabrizia Ruffo di Calabria, está casada con el español Borja Benjumea de Soto. Su boda, celebrada en 2012 en 'Villa Erba', la casa del director de cine Luchino Visconti en el Lago Como, fue una de las más elegantes de aquel año. Naturalmente, Scilla se encargó de la música.
También se da la circunstancia de que Olivia de Borbón, una de las anfitrionas de la Legendary Party, está emparentada varias veces con Scilla Ruffo, y también con Hubertus de Hohenlohe. La hija mayor del duque de Sevilla y de Beatrice von Hardenberg Zu Fürstenberg es doble prima de ambos y comparte con ellos un antepasado común: nada menos que el rey Carlomagno. De hecho, Olivia fue quien animó a la princesa italiana a que pinche en la cuarta edición de esta fiesta marbellí.
Las veladas del Marbella Club suelen reunir y mezclar a las glorias de la ciudad -el conde Rudi von Schönburg y su mujer, la princesa María Luisa de Prusia; la condesa Gunilla von Bismarck y Luis Ortiz- con las nuevas generaciones de la jet set vernácula. Pero tratándose de una velada organizada por Julián Porras-Figueroa y el propio Hubertus de Hohenlohe, hijo del fundador de ese exclusivo hotel, la convocatoria del próximo 9 de agosto promete ser un éxito. No todas las noches se puede ver a dos jóvenes de la nobleza europea al mando de la cabina del DJ. Brianda y Scilla son las reinas de la pista de baile y, por una noche, compartirán trono.