Además de plasmar sus pensamientos en una hoja en blanco o de resumir su día a día en las páginas de un cuaderno, a Sara Carbonero le encanta tocar la guitarra. “Es una de las cosas que más me gusta hacer desde que era pequeñita” confesaba Sara Carbonero hace algunos años. Lejos de abandonar esa afición, la periodista no solo sigue ensayando diferentes acordes, sino que ha contagiado esta pasión a su hijo mayor, Martín, de cinco años, que ha convertido la guitarra en “su juguete favorito”, tal y como ha declarado orgullosa Sara.
Ahora, y tras pasar unos días de descanso en España, Sara y su marido, Iker Casillas han puesto de nuevo rumbo a Portugal para retomar de nuevo las riendas de sus vidas tras atravesar su momento familiar más difícil. El portero, que fue tratado hace tan solo unos meses de unos problemas cardíacos se ha visto obligado a abandonar el fútbol de manera profesional y ha pasado a formar parte del «staff» directivo del Oporto. Sara, por su parte, que está en pleno tratamiento, tras haber sido operada de un cáncer de ovario, se encuentra centrada en el cuidado de sus dos hijos, quienes, junto a su marido, se han convertido en la mejor de sus medicinas.
La música, como hemos comentado anteriormente, también se ha convertido en una de las mejores terapias para Sara, y así lo ha dejado reflejado en sus redes sociales. La periodista siente debilidad por las canciones de su gran amigo Alejandro Sanz pero en su “tocadiscos” hay espacio para todo tipo de artistas, desde los Rolling Stone a Oasis hasta Fito y Fitipaldis, Manolo García o Leiva, quien el pasado mes de febrero le regaló su propia guitarra firmada. Y es que para Sara, tal y como decía Platón: “La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo”