Llegó a Supervivientes 2019 con la intención de exprimir al máximo esta aventura que suponía su primera toma de contacto con el público español. Fabio Colloricchio, argentino de 29 años, decía en su vídeo de presentación que su punto débil son "los momentos depresivos, estar feliz y a los cinco minutos triste". Sin embargo, en Honduras las adversidades le han hecho fuerte, ha mantenido una actitud positiva y ha remado a favor de la convivencia, algo que le ha permitido colocarse en la gran final, a la que llega dispuesto a alzarse con el maletín de los 200.000 euros.
La confesión de Fabio a Omar sobre la final de 'Supervivientes'
Si finalmente no consigue ser el ganador y coger el relevo de Sofía Suescun, él ya se lleva un premio: el amor de Violeta Mangriñán, con la que inició una apasionada relación en la isla después de que ella cortara en directo con su novio. Y es que la chispa y el feeling entre ellos saltó desde el comienzo del concurso. "En este periodo de mi vida me faltaría encontrar el amor. Los argentinos siempre queremos estar enamorados", aseguraba Fabio durante su vídeo de presentación, tras el cual es interesaba por quiénes de sus compañeras de convivencia llegaban solteras.
La alegría de Violeta al saber que Fabio es finalista
Esta relación, sumada a su liderazgo en los Cayos Cochinos, han hecho de Fabio uno de los concursantes más populares de esta edición, a la que llegó siendo desconocido para gran parte del público. El argentino, eso sí, es famoso fuera de nuestras fronteras, donde ha desarrollado su andadura profesional, dividida en tres vertientes: la televisión, la moda y el deporte. En la pequeña pantalla aterrizó de la mano de la versión italiana de Mujeres y Hombres y Viceversa, donde fue tanto pretendiente como tronista. Allí se enamoró de Nicole Mazzoccato, instagramer y modelo, con la que ha mantenido una sonada relación.
Antes de aterrizar en la pequeña pantalla, Fabio probó suerte en el mundo del fútbol, al que se dedicó profesionalmente durante un tiempo. Este trabajo lo encadenó con dar clases de zumba y fitnes. Su tonificado cuerpo, su pasión por el ejercicio y su disciplina le han permitido también hacerse un hueco en el mundo de la moda, en el que destaca por haber trabajado con importantes firmas como Armani Echange o Yves Saint Laurent, entre otras.
Collorichio divide su tiempo entre Italia y Argentina, donde vive su padre. Y aunque disfruta de los suyos con frecuencia, durante sus últimas horas en Honduras aseguraba que este reality le ha hecho darse cuenta de que no hay nada que pueda poner por delante de sus allegados. "El concurso me ha hecho vivir el momento y pensar más en familia en lugar de pensar en trabajo y cosas que no tienen importancia… Quiero pasar mucho más tiempo con mis familiares y dedicarle menos tiempo a las cosas que no tienen importancia”, explicaba.