El último casting del reality de celebridades Ven a cenar conmigo gourmet ha arrancado con una auténtica explosión de personalidades. Belinda Washington, Rosa Benito, Irma Soriano y Loles León, son las nuevas concursantes del espacio culinario tras su cambio de cadena (de Cuatro a Telecinco). La primera en recibir al resto de participantes ha sido Rosa Benito. La cuñada de Rocío Jurado, preparaba un menú inspirado en los momentos más destacados de su vida para agasajar a unas invitadas cuyas identidades desconocía. La primera en llegar fue Loles León a quién Rosa recibió con gran emoción: "Me ha hecho mucha ilusión verla por lo que hemos vivido juntas". Tras ellas, la anfitriona daba la bienvenida con gran sorpresa al resto de contrincantes.
En una primera toma de contacto aparentemente llena de cordialidad comenzaban las primeras reticencias, sobre todo, entre Loles e Irma, así lo confirmaba, nada más comenzar, la célebre chica Almodóvar: "Me ha sorprendido que Irma viniera con nosotras tres porque la veo con otro discurso, en otra sintonía. Pero bueno, ha sido una impresión que espero que pase". Un deseo que no se hizo realidad. Tras disfrutar del primer plato 'Pasión del sur' -un gazpacho que, según contó la exmujer de Amador Mohedano, era una de sus grandes especialidades culinarias- y el segundo, llamado 'Recuerdos de tu persona' -un solomillo con patatas a lo pobre homenaje a su madre- llegó la hora del postre para el que la protagonista había reservado el mejor recuerdo. Rocío Jurado fue su inspiración para realizar 'Cielos de Rosa y pitiminí', una tarta de hojaldre con cabello de ángel y fresas en memoria de una canción que 'La más grande' le cantó numerosas veces.
Uno de los ingredientes del plato fue el detonante para el momento más tenso de la noche. Cuando Rosa trataba de explicar los ingredientes y elaboración del plato en cuestión cometió el error de confundir el hojaldre con el cabello de ángel, asegurando que el primero se obtenía de una calabaza que su hija Rosario le había dado de su huerto. Una confusión que se ganó la risa de sus compañeras, pero sobre todo de Irma que insistió en leer la definición real de hojaldre: "A mí no me sonaba que el hojaldre de repostería se obtuviera en una huerta. Yo entiendo que estaba cansada, que estaba nerviosa porque todo saliera bien. Lo del hojaldre ha sido muy divertido".
A pesar de que la tertuliana de Sálvame había reconocido su fallo, la exchica Hermida siguió leyendo en voz alta el significado de hojaldre, con alguna alusión jocosa al traspiés de la anfitriona: "El hojaldre no se obtiene de la huerta de ninguna hija…". Una apreciación que molestó especialmente a la intérprete de La que se avecina: "La verdad es que no me estaba interesando nada lo que estaba diciendo Irma. Así que empecé a decirle que se callara". La protagonista de Átame miraba fijamente a la presentadora ante la sorpresa del resto de comensales mandándola callar: "Cállate. No sé qué parte de la frase cállate no entiendes". Una sentencia que provocó un grave silencio en la mesa y a la que Irma no quiso dejar de contestar: "No entiendo nada de la palabra cállate, si me callara no estaría aquí". Lejos de solucionar el encontronazo, Loles seguía echando más leña al fuego después de la contestación: "Ya veo porque no paras de hablar".
El momento álgido del incómodo cara a cara llegó cuando la comunicadora se servía de la ironía para dar la razón a la actriz: "Muy bien, tiene usted razón, tus palabras son el Evangelio". Un tono sarcástico al que la amiga de Rosa no tardó de dar la réplica: "No sé si serán el Evangelio para ti porque a lo mejor el Evangelio tampoco lo entiendes. Lo veremos mañana si te callas. A ver si lo haces y ya está". Tras el sonado rifirrafe, las comensales comenzaron a probar el plato en silencio. Una tensión que comenzó a suavizarse levemente cuando Irma daba su opinión sobre el postre: "Me ha encantado, sobre todo después del speach del hojaldre. Ahora tiene la palabra Loles León".