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Fue un trágico accidente que conmocionó al mundo. Han pasado veinte años, fue un 16 de junio de 1999, desde que se conoció la muerte de John Kennedy Jr. y su esposa Carolyn Bessette, después de que la avioneta en la que viajaban, y que pilotaba el hijo del mítico presidente de Estados Unidos, se precipitara en el Océano Atlántico. El hijo del 35º Presidente de Estados Unidos y de Jackie Kennedy pasaba a formar parte de la oscura leyenda del clan. A sus 38 años era uno de los editores más poderosos de Nueva York y su vida parecía un auténtico cuento de hadas. Con menos de 40 años, era el fundador de George, una de las revistas de referencia del momento, y se rodeaba de algunas de las mujeres más deseadas, como Madonna, Brooke Shields o Daryl Hannah. Sin embargo, fue la exquisita Carolyn Bessette, publicista de Calvin Klein, la que consiguió que dejase de ser un solteros de oro (se casaron en 1996).
En estos días son muchos los que le recuerdan como su amigo, el explorador submarino Barry Clifford, que relata, en el Boston Herald, algunas de sus "aventuras", como aquella vez en la que se embarcaron en la búsqueda del barco del legendario pirata Samuel “Black Sam” Bellamy (hundido en 1717). “John era un experto buceador, pero mis hombres no le tomaban en serio al principio, pero John se presentó voluntario para cada trabajo desagradable que había a bordo y se ganó el respeto de sus compañeros”. Clifford señala además que enseñó a bucear a sus hijos.
Un retrato de su personalidad es el que trata de hacer el escritor M.Guillon en la biografía sobre John John que ha lanzado bajo el título America’s Reluctant Prince. Tal y como señala la revista People, el autor cuenta cómo John trataba de definirse a sí mismo, alejándose de lo que se esperaba de él por ser hijo del mítico político. Guillon, amigo de John desde que se conocieron en la Universidad de Brown (Guillon era profesor y John, su asistente), recuerda cuán pesada era la herencia de su apellido. “Jackie le decía a la gente que se arrepentía de haber llamado a John como su padre. (...) La ironía es que en el esfuerzo de honrar a su marido, llenó la vida de su hijo de retos” cuenta el autor en People.
La muerte de John Kennedy y su mujer Carolyn Bessette, una pareja admirada y a la que veían heredera natural de John Kennedy y su mujer Jackie, causó una gran conmoción. La avioneta que pilotaba el propio John, cuando se dirigía a la boda de una de sus primas en la residencia familiar de Cape Cod, se perdió en el mar, cuando apenas quedaban 12 kilómetros para tomar tierra. John viajaba con su esposa, Carolyn Bessette y su cuñada Lauren. Como causa del accidente, se apuntó a la escasa experiencia de Kennedy pilotando de noche y con malas condiciones atmosféricas. Casi 72 horas fueron necesarias para dar con sus restos en las inmediaciones de la exclusiva zona de Martha' s Vineyard (Massachusetts). Este fatal viaje en avioneta acabó con quien muchos consideraban “el príncipe” de Estados Unidos.
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