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Supervivientes 2019 llega a su fin y los concursantes deben abandonar Cayos Cochinos. Fabio, Omar, Mahi y Albert, así como Lara Álvarez y el equipo de 200 personas que han trabajado desde Honduras, se han despedido de la que ha sido su casa durante los últimos tres meses. Con nostalgia por lo que dejan atrás y muchas ganas de pisar los estudios de Mediaset el próximo jueves, donde se conocerá el nombre del ganador de la que ha sido la edición más vista de la historia del programa, Fabio y Omar, primeros finalistas de esta emocionante entrega y Mahi y Albert, últimos nominados, no han podido participar en directo en el episodio conducido por Jordi González, pues abandonaban la playa tan solo una horas antes. Antes de su vuelta a la realidad, los concursantes recuperaban los objetos personales que dejaron atrás hace tres meses, muy emocionados.
"Dejo atrás un montón de cosas y momentos vividos y, la verdad, es que me duele. Sé que probablemente no vuelva a estar nunca aquí y me genera ansiedad, porque he pasado momentos muy buenos aquí. Me voy sabiendo que he sido fiel a mis principios y siendo un poquito más humano", comentaba Albert Álvarez contentísimo de poder volver a utilizar desodorante. "Ahora empiezo a recordar quién era", decía al ponerse de nuevo sus zapatillas de correr.
En la maleta de Mahi se encontraban numerosas prendas y accesorios extravagantes, como ropa interior holográfica, plataformas metalizadas o pestañas postizas. Lentillas, maquillaje y pelucas eran otros de los múltiples objetos que la ex aprendiza de Maestros de la Costura llevaba en su maleta. "Me he dado cuenta que he sido una persona muy preocupada por el físico. Ahora me das a elegir entre una peluca y un cuarto de coco, y me quedo con el coco. Al aspecto físico le seguiré dando importancia, porque me dedico al diseño, pero no tanto como antes, porque ¡madre mía!", comentaba después de haberse vestido de pies a cabeza con sus cosas.
Chupa y botines de cuero, gafas de sol… el italoargentino ha recuperado su faceta más rockera y cañera. Un nuevo Fabio que conocemos después de Supervivientes que ya no se siente identificado con los objetos que antes llevaba. "Aunque me parece loco decirlo, no quiero abandonar la isla. ¿Dónde está la persona de esta valija? Porque yo no me veo", comentaba apenado de tener que regresar a la vida real.
Omar Montes, por su parte, reconoce que lo bonito del concurso es que ha aprendido a rechazar lo material, a no esconderse detrás de una pantalla y a disfrutar con amigos. Aun así, el cantante no ha podido evitar alegrarse al encontrarse con sus cosas, tanto que no ha dudado en desnudarse delante de las cámaras para ponerse uno de sus llamativos chándals. "Anda, ¡un peine! Qué gusto peinarse después de tanto tiempo… ¡y mi chándal de iluminati! Esto me lo voy a poner ya, qué gusto, qué mullidito, ¡cómo se nota que es bueno!"
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