Mónica Hoyos se ha quedado a las puertas de la final de Supervivientes. Finalmente, los espectadores del popular reality han decidido que sea Fabio el cuarto concursante que opte a hacerse con el ansiado título de vencedor en la última edición del espacio de telerrealidad. Un veredicto que, como era de esperar, ha generado todo tipo de reacciones entre los propios protagonistas y también entre sus seguidores y defensores. Mientras el ítalo-argentino bailaba con Mahi festejando el eufórico momento, recibiendo las críticas de Mónica por su actitud, en plató se vivía una auténtica fiesta con una destacada protagonista. Aunque todos los ojos y los objetivos estaban puestos en la palapa hondureña, la novia del elegido, Violeta Mangriñán, se convertía en la auténtica estrella en Madrid del señalado momento.
La cara de tensión de la extronista se transformaba nada más oír el nombre de Fabio en boca de Jorge Javier. Lejos de permanecer sentada, la valenciana daba un enorme salto de alegría levantando los brazos en señal de victoria. La inmensa emoción con la que la ex de Julen celebraba la buena noticia no pasó desapercibida para los allí presentes, que no dejaban de mirarla mientras gritaba y hacía aspavientos frente a los defensores de Mónica. Una vez en su asiento, Violeta siguió mostrando su irrefrenable estado de ánimo uniendo sus manos y levantándolas en señal de agradecimiento a la audiencia.
Una felicidad que contrastaba de una manera muy significativa con el arranque del programa en el que la joven no podía contener las lágrimas tras escuchar un comentario de Jorge Javier acerca de su relación con Fabio. El presentador volvía a bromear sobre su atracción por el modelo y Violeta no podía contener la emoción al sentirse agraviada por el conductor del espacio: "No me ha gustado que hayas dicho que voy a durar poco con Fabio". Un reproche que Jorge resolvía con su particular sentido del humor: "Es que cuanto antes asimiles que me escogerá a mí, mejor para ti. Cuando aparezca y nos vea a los dos es evidente que se quedará conmigo". Un comentario jocoso que dio pie incluso a ir más allá: "Pues ya verás cuando venga la boda".
A juzgar por los sentimientos a flor de piel de Violeta en la última gala, parece que la concursante ha dejado atrás las rencillas y celos con su pareja cuando descubrió las dudas de éste acerca de su relación: "Después de todo lo que he hecho no me gustó que dijera que le había perjudicado estar conmigo". Una desconfianza que incluso le llevó a pedir a sus seguidores que dejaran de apoyarle de cara a la final.