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A pesar de que son muchos los años que Alejandro Sanz lleva dedicándose a la música, para él cada concierto que ofrece es importante. El que dio la noche del pasado sábado en Santiago de Compostela era especialmente significativo, ya que suponía el broche de oro a la gira que ha hecho estas últimas semanas por España antes de emprender su aventura por Latinoamérica. En este cierre del periplo musical que ha hecho por la geografía nacional, ha recibido cientos de mensajes de agradecimiento y felicitación. Entre ellos, el de su mujer, Raquel Perera. La madre de sus dos hijos pequeños, Alma y Dylan, ha puesto en sus redes una foto de Sanz sobre el escenario. Junto a ella, la palabra felicidades y un corazón dibujado en color blanco.
"Busco el botón de rebobinar para volver al 1 de junio y que esto vuelva a empezar. Y aun así, no cambiaría absolutamente nada. Me ha quedado claro que quien viene, vuelve, más de una parte de mí se queda con vosotros. Me siento embrujado y así quiero seguir. Gracias Santiago por enseñarme que estáis hecho de magia", aseguraba el artista en sus redes sociales tras la actuación, en la que recibió el apoyo de alguien muy especial para él: su hija mayor, Manuela.
La joven, nacida de su relación con Jaydy Michel, acaba de terminar el segundo curso de Bachillerato en México y ha querido trasladarse hasta Galicia para vivir en primera persona todas las emociones que transmite su padre con sus exitosas canciones, entre las que destacan títulos como Corazón Partío, Amiga mía, Mi Marciana... Además de ella, Alejandro ha recibido el aplauso de amigos y compañeros de profesión como Luis Fonsi, Antonio Orozco o Ana Guerra, entre otros.
El baile de película de Alejandro Sanz y su hija Manuela
La mujer de Alejandro, con la que lleva siete años de matrimonio, ha estado este fin de semana en Mallorca, donde ha acudido al enlace de unos amigos comunes: David Castillo y Alexandra Paschalides. Un enlace religioso celebrado en la parroquia de San Juan Bautista de Calvià, a la que Raquel llegó muy sonriente con su hijo y su hija, que fue una de las damitas de honor. Tras la ceremonia, en la que coincidió con Domingo Zapata, Marija Shatilo, Carlos Iscar o Magdalena Serapio, entre otros, Raquel y el resto de invitados se acercaron hasta el Centro Cultural Andraitx, donde tuvo lugar el banquete. "Gracias por tantos buenos ratos", decía Perera a los contrayentes.
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