La actriz estadounidense Kate Mara y su marido, el actor británico Jamie Bell, se convirtieron en papás a finales del pasado mes de mayo. Semanas después de dar la bienvenida a su hija y cuando parecía que toda había sido idílico, la recién estrenada mamá ha roto su silencio para hablar sobre el aterrador episodio que vivió en el momento de dar a luz a su primer hijo. En la serie Informed Pregnancy del Dr. Berlin, que fue emitido el pasado jueves, la actriz de House of Cards compartió detalles sobre el alumbramiento y se mostró devastada y decepcionada por no haber disfrutado del parto en casa como a ella le hubiera gustado.
Su hija nació a las 36 semanas de gestación y su parto tuvo que ser inducido después de que le diagnosticaron colestasis, un trastorno hepático que se presenta al final del embarazo. Una enfermedad que a menudo se diagnostica en las últimas etapas del periodo de gestación y que puede resultar un daño potencial para el bebé. Al principio supo mantener la calma, pero días antes de la cesárea entró en pánico: "Tenía tanto miedo de tener una cesárea ..., de la operación", confesaba. "Estaba realmente aterrorizada de lo que eso significaba y de lo que podía pasar, y además, por supuesto, estar cansada me hizo sentir mucho más miedo". "Justo antes de entrar en la mesa de operaciones, fue cuando [sentí] la devastación y la decepción de no poder experimentar el nacimiento de mi hija de la forma que esperaba".
"Estaba muy triste, recuerdo ese momento muy claramente porque estallé en llanto. Tenía miedo", pensó Mara. La actriz contó que tras ponerle la epidural comenzó a tener fiebre muy alta, 39 grados, lo que motivó que la cesárea fuera de urgencia. "Los temblores eran terribles", "mis ojos se pusieron en blanco" y el exceso de sangrado hizo que necesitara una transfusión de sangre. "Me preguntaba ¿Cuándo voy a dejar de temblar? Pensaba que mis dientes se iban a salir, mi mandíbula se apretaba muy fuerte por los temblores". Kate Mara creía que sería incapaz de sostener a su hija, pero fue la pequeña realmente la que logró consolarla, ya que fue "totalmente reconfortante" escuchar sus primeros ruiditos.
Su esposo y su compañero en Los Cuatro Fantásticos, Jamie Bell, de 33 años, no se separó de su lado y fue quien primero sostuvo a su hija mientras Kate Mara se recuperaba. "Mi marido me la trajo y él la puso sobre mi pecho y fue increíble, pero no fue en absoluto como imaginé que sería", comentó. "Apenas podía mantener mis ojos abiertos para mirarla". Las complicaciones de última hora dice que fueron un "giro cruel" en un parto que de otra manera habría sido fácil. Por fortuna los felices papás respiran aliviados y Mara asegura ahora que, pese a todo, "no haría nada diferente" porque su hija nació sana y sava. "Realmente hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance para hacerlo de un modo muy pacífico, natural y fácil para nuestro bebé".
Para Kate Mara ha sido su primera experiencia como madre, en cambio para Jamie Bell se trata de su segundo hijo. El inolvidable protagonista de Billy Elliot es padre también del pequeño Jack, de cinco años, junto a su expareja Evan Rachel Wood. Tras el nacimiento de este nuevo bebé, el actor rec uperado de los primeros momentos de nerviosismo hacía gala de su buen sentido del humor: "Es como estar de vuelta a las trincheras, la verdad, pero estoy muy feliz de que todo haya salido bien. Es genial, la verdad, pero estoy preocupado porque hay muchas cosas que ya había olvidado y tengo que ponerme al día lo antes posible", confesaba Bell, emocionado por volver a ser papá. Si una lección ha aprendido en la vida es que tener hijos es un gran desafío y no está dispuesto a que su drama familiar se repita con sus hijos. Su padre le abandonó cuando era muy pequeño, tal y como confesó años después de ser padre.