Marie Amélie de Orleans von Einsiedel nació el pasado 8 de febrero sorprendiendo a sus padres, François de Orleans y Theresa von Einsiedel que ni siquiera tuvieron tiempo de llegar al hospital. Vino al mundo en el cuarto de baño, a donde se dirigió Theresa al sentirse indispuesta, con la ayuda de su abuela materna y el personal del servicio. Afortunadamente, madre e hija se recuperaron estupendamente y este fin de semana la pareja celebró en Palma de Mallorca el bautizo de la pequeña princesa con una ceremonia íntima.
Al evento asistió buena parte de la familia Orleans, como la madre de François y feliz abuela, Beatriz de Orleans, muy elegante con un pantalón con estampado en blanco y negro y blusa blanca. La más pequeña de los Orleans, dinastía aspirante al trono de Francia, recibió así su primer sacramento en una acogedora capilla menorquina acompañada de sus seres queridos entre los que no faltaba su hermano, Phillipe de Orleans, que con cerca de dos años es el primogénito de la pareja.
François, de 36 años, es el cuarto hijo de Beatriz y Michel de Orleans, después de Clotilde, Adelaida y Carlos Felipe. Theresa, de 34 años y natural de la ciudad alemana de Munich, es hija de Curt Hildebrand von Einsiedel y la princesa Amélie von Urach, una familia emperentada con el Gran duque de Luxemburgo. La madre de la princesa, que toma su nombre de su abuela, deslumbró en el bautizo de la niña con un vestido corto con encaje en tono nude y unas cómodas alpargatas.
La llegada de su segunda hija colmó de felicidad a la pareja. Su padre, que además celebraba su cumpleaños ese mismo día, anunció su repentino nacimiento en sus redes sociales con una tierna imagen acompañada de un texto en el que aseguraba que había recibido el mejor regalo posible, “el de la vida”. François y Theresa contrajeron matrimonio hace cinco años en la ciudad alemana de Straubing, un escenario de ensueño para una boda de cuento. La romántica ceremonia estaba cuidada al milímetro, incluso el vestuario de las damitas de honor, que tiraban pétalos de rosa con un vestido inspirado en el personaje de Blancanieves, fiel a la línea de cuento de hadas que predominaba.