Durante los preparativos de su enlace, María Pombo y Pablo Castellano tenían un objetivo muy claro: que su boda fuese inolvidable tanto para ellos como para los invitados. Y a juzgar por las imágenes, parece que así ha sido. El esfuerzo ha tenido su recompensa porque las casi 300 personas que les acompañaron en su gran día han quedado entusiasmados con la cadena de sorpresas que vivieron a lo largo de toda la velada. Algo de lo que han dejado muestra en sus redes sociales, donde han compartido algunos de los momentos que más les han llamado la atención.
Laura Escanes, que llegó del brazo de su marido, ha querido agradecer públicamente a los novios el bonito detalle que han tenido con ellos. Y es que los novios les entregador un bonito chupetero de color rosa con la inicial del bebé que esperan, para quien han elegido el nombre de Roma. Además, Laura, como todas las invitadas, recibió un colgante diseñado por María y maquillaje. Los hombres fueron obsequiados con una colonia.
Tomás Paramo, íntimo de los contrayentes, fue una de las personas que más disfrutó de la noche, quizás porque el próximo mes de septiembre él y su prometida, María García de Jaime, estarán en la misma situación. "Los amigos no se miden en función de los años, sino en los que llegan para quedarse. Detrás de los miles, millones de seguidores, hay dos personas con un corazón que nos le cabe en el pecho, dos personas que se quieren, humildes, y dos personas, que ojalá muchos pudieseis conocer lo que no se ve solamente a través de una foto. Os quiero mucho, que seáis muy felices. Gracias por dejarme formar parte de este día", aseguraba.
Todos los invitados han coincidido en que uno de los momentos más divertidos fue cuando en el cóctel previo a la cena, hubo música en directo a cargo del grupo Cosita Wena, que hicieron bailar y cantar a todos, incluidos a los novios. Y es que María y Pablo no lo dudaron ni un instante, cogieron el micrófono y entonaron Corazón Partío. "¡Cómo hemos disfrutado familia!", decían los artistas, que se lo pasaron en grande.
Lo que más juego dio en la fiesta fue el toro mecánico que instalaron en los jardines de la finca San Juan y que hizo las delicias de todos los asistentes. "Yo ya me puedo morir a gusto", aseguraba Jorch, el popular fotógrafo de influencers que compartió atracción con Teresa Andrés Gonzalvo, con la que no paró de reír. Precisamente esta último ha compartido detalles de la noche, que ha definido como "mágica y brutal".
Además, califica como "una maravilla" el homenaje que María y Pablo tuvieron con los que ya no están. Para tenerlos presentes dejaron en cada mesa un bonito mensaje. "Dos pedacitos de cielo que nos recuerdan siempre a los que ya no están con nosotros. Por tío Guille, el abuelo, Rafa, y por ti, papá".
Un toro mecánico, música y 'fast food': el inolvidable fiestón de boda de María Pombo