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Son exitosas, famosas y parecen tener vidas idílicas que comparten cada día a través de sus redes. A día de hoy el impacto de las influencers resulta innegable, puesto que han logrado que millones de personas alrededor de todo el mundo estén interesadas en sus estilismos, sus viajes y, cómo no, sus parejas. El hecho de que expongan su rutina de esta manera consigue que la gente se involucre con ellas y que vivan sus respectivas relaciones con alta expectación, por lo que, cuando una de ellas anuncia su pedida de mano, es habitual que internet enloquezca. Posteriormente, llega un proceso de varios meses en los que van dando detalles a cuentagotas de su gran día, e involucran a sus fans en los preparativos del mismo, haciéndoles partícipes y logrando que empaticen. ¿En qué se refleja esto a la hora de la verdad? En unas increíbles cifras y mucha dosis de inspiración de cara a futuras novias e invitadas. A pocas horas de que tenga lugar la boda de María Pombo, analizamos los anteriores casos de Chiara Ferragni, Laura Escanes y la más reciente, Pilar Rubio.
Si hablamos de mujeres con relevancia digital a nivel internacional, es imposible no mencionar a Chiara Ferragni. La italiana, quien ha creado un auténtico imperio partiendo de lo que comenzó como un modesto blog de moda, protagonizó una de las pedidas de mano más románticas y virales de los últimos años, por lo que estaba claro que su gran día no se iba a quedar atrás. Tuvo lugar en Noto, un pequeño municipio cuna del barroco siciliano que se vio totalmente revolucionado con este evento y logró protagonizar numerosos titulares en todo el mundo. Sin embargo, lo más comentado fue, como era de esperar, el vestido -o más bien, los vestidos- que llevó la novia. Tal y como había anunciado semanas antes, la firma escogida para todos fue Dior. Chiara logró encontrar ese punto intermedio entre romanticismo e innovación al optar por un modelo desmontable compuesto por body de guipur y falda larga confeccionada a base de múltiples capas de tul. También su segundo diseño era una pieza '2 en 1', y pasó de ser largo y vaporoso a contar con una minifalda de inspiración bailarina.
Más de 3 millones de personas siguieron el enlace de la influencer italiana a través de móviles, tabletas y ordenadores, por lo que no resulta sorprendente que el 'efecto Chiara' lograra que, en los meses siguientes, se popularizaran más los vestidos de novia trasnformables, una tendencia que adeaptó, por ejemplo, Sofía Palazuelo para pasar por el altar junto a Fernando Fitz-James Stuart. Pero esta boda no solo afectó a la industria de la moda, sino que también dejó huella en el sector de la belleza, y es que el labial nude que escogió la novia llegó a tener lista de espera. El estilista Manuele Mameli fue el encargado de maquillarla, y lo hizo con productos de Lancôme, casa de la que Ferragni es embajadora. Lo más destacado, sin duda, fue el labial que lució, creado en exclusiva para la ocasión y que iba a ponerse a la venta un mes después. Sin embargo, tal fue la cantidad de seguidoras -entre ellas, muchas a punto de casarse- que preguntarom por él, que la firma tuvo que adelantar el lanzamiento. Después de aquello, fueron muchas las mujeres que, siguiendo el ejemplo de la italiana, decidieron apostar por un beauty look muy fresco y natural para el día más importante de sus vidas.
En España tampoco nos quedamos atrás en cuestión de impacto nupcial, y el ejemplo más claro lo hemos tenido esta misma semana con motivo de la boda de Pilar Rubio y Sergio Ramos. A pesar de que quisieron mantener la celebración en privado y prohibieron el acceso a móviles y cámaras, la llegada a la ceremonia previa, celebrada en la Catedral de Sevilla, fue retransmitida en directo. Esto nos permitió no solo descubrir a los cientos de asistentes, sino también conocer el gran secreto, el vestido de la presentadora. Pilar se mantuvo fiel a su esencia y optó por un modelo -desmontable, por cierto- de Zuhair Murad con escote en 'V' y cuerpo entallado cuajado de pedrería, abalorios y pequeños cristales que conformaban un patrón geométrico de inspiración art decó. A pesar de que el diseñador libanés es altamente reconocido en la industria de la moda, quizás no lo es tanto entre el público general, y este look nupcial hizo que las búsquedas de su nombre aumentaran en un 260% el pasado fin de semana, tal y como informó el buscador de moda Lyst. La repercursión del enlace fue mayor en nuestro país, donde se registraron el 84% de estas búsquedas, pero lo cierto es que también generó interés a nivel global. A día de hoy es pronto para saber si la elección de la colaboradora de televisión inspirará a futuras novias, pero nos aventuramos a decir que lo hará.
Al igual que Chiara y Pilar (y previsiblemente María Pombo), Laura Escanes tuvo dos looks diferentes para el día de su boda con el publicista Risto Mejide, ambos exclusivos e ideados por Rosa Clará. El primero, de corte princesa y una estética más clásica, contaba con escote en 'V', cuerpo cuajado de delicado chantilly y voluminosa falda creada a base de cientos de capas de tul. A pesar de que resultó muy acertado y aplaudido, fue el segundo el que generó un alto impacto en posteriores colecciones tanto nupciales como de invitada. El 'efecto tatuaje' que adornaba su espalda al aire, conseguido mediante una finísima capa de tul transparente bordado con pequeñas piezas de encaje, inspiró a numerosas mujeres al demostrar que este tipo de diseños también podían resultar altamente sofisticados, elegantes, y aptos para una enlace.
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