La unificación dejaba el pasado jueves a cuatro grandes concursantes nominados en Supervivientes. Mónica Hoyos, Dakota, Fabio y Violeta. Precisamente esta última, que debía ser evacuada de la palapa durante la gala por problemas de salud, se convertía en protagonista del octavo episodio de Tierra de Nadie. Nada más empezar el programa, Carlos Sobera advertía a la audiencia que, tras los resultados de los últimos análisis que el equipo médico había realizado a la valenciana, la extronista de Mujeres y Hombres y Viceversa debía abandonar su aventura y emprender su viaje de vuelta a España. "Tras el último parte médico, Violeta debe abandonar el concurso. Está bien, bajo continua vigilancia pero tiene que regresar a España porque tiene que ser tratada convenientemente", tranquilizaba el presentador a la madre de la concursante, que se encontraba en plató escuchando atentamente al presentador.
"Estoy muchísimo mejor que el jueves, tengo algunas molestias pero tengo ganas de volver al Cayo", comentaba la joven antes de que le diesen la mala noticia. "Desde tu llegada al concurso has debido ser tratada en varias ocasiones, pero ahora la cosa no es tan favorable. Tras las pruebas que se te han hecho tenemos que decirte que tienes un cuadro que te impide continuar en el concurso. Tras valorar todas las opciones, el equipo médico ha decidido que la mejor opción es tu regreso a España para una valoración y estudio por parte del cirujano y que se haga todo en unas condiciones mucho más adecuadas para tu recuperación. Tu vida no corre peligro pero las condiciones del concurso no te permiten continuar", comunicaba Carlos a Violeta Mangriñán, mientras esta rompía a llorar desconsoladamente por la noticia. "Por favor, no queda nada. No me puedo ir ahora, te lo suplico ¡Si este órgano no aparece ni en los libros del cuerpo humano!", decía dando una pequeña pista del problema que padece, por el que seguramente necesite intervención quirúrgica. "No me merezco esto, ¡tenía que ganar!", añadía entre sollozos antes de que Sobera le diese una pequeña y esperanzadora noticia: "Si las circunstancias lo permitieran podrías regresar y si no, el año que viene tienes una plaza asegurada en el concurso".
La situación dejó una singular ceremonia de salvación. Mónica Hoyos fue la primera concursante en caer al agua, tras ella Fabio fue el siguiente en caer al agua, quedando el asunto entre Violeta y Dakota. La audiencia decidió que se salvase la extronista, aunque sus votos no sirvieron de mucho, pues tendrá que abandonar el concurso igualmente. Tras ella, Fabio pudo acudir a reencontrarse con Violeta, donde descubrió la triste noticia y pudo despedirse en condiciones de su novia. "No te preocupes, cálmate y escúchame, tenemos una vida fuera. Es un problema físico que no depende de ti", decía el italoargentino intentando consolar a la joven, que más tarde juraba que iba a quitarse la vesícula y volver. "Mi vesícula no aguanta más aquí. Mala hierba nunca muere, pero si la cosa se complica no me podrían operar aquí, así que tengo que volver a Madrid. Me han dicho que el año que viene vengo, así que tengo tiempo para quitarme la vesícula y aprender a pescar veinte veces más que vosotros", comentaba más tarde mientras se despedía de sus compañeros.
Por otro lado, Isabel Pantoja y Omar consiguieron por fin obtener los objetos que sus familiares dejaron en los Cayos tras su estancia recibiendo respectivamente una postal de sus hijos y nietos y un dibujo de su hijo. En la isla, la unificación traído consigo varios conflictos. Mónica Hoyos e Isabel Pantoja han vuelto a distanciarse, mientras la peruana ha empezado a acercarse de nuevo a Nicolás Vallejo-Nágera. Dakota y Fabio continúan peleando ante la ausencia de Violeta, aunque ambos finalmente acabaron enterrando el hacha de guerra con un cálido abrazo, gracias a la intervención de Omar. El cantante, líder de esta semana, se ha convertido además en el mejor apoyo para Albert Álvarez, que ha sufrido una pequeña crisis de ansiedad debido a la falta de libertad que siente al estar en la playa. Algo que entiende perfectamente Isabel Pantoja, que ha intentado animar y tranquilizar al pertiguista en su momento más bajo. Chelo y Mahi, por su parte continúan en Barco Varado. Ambas se han convertido en el tándem perfecto y, aunque la periodista refunfuña de vez en cuando, el carácter alegre de su compañera consigue calmar sus ánimos. Mientras la colaboradora de Sálvame se encarga de cuidar el fuego, la ex concursante de Maestros de la Costura se dedica a pescar.