Aún faltan unas horas para que se celebre la mediática boda de Sergio Ramos y Pilar Rubio, pero en la Catedral de Sevilla está todo preparado para el gran día. El templo, que en 1987 fue declarado Patrimonio de la Humanidad, está en estos momentos rodeado de curiosos que desean vivir en primera persona este acontecimiento con el que toda la ciudad está volcada. Ni siquiera las altas temperaturas que hay este sábado en la capital hispalense ha impedido que la gente se eche a las calles. Desde las 12 del mediodía el epicentro del enlace está muy concurrido.
Los sevillanos tienen muchas ganas de ver a los novios. A Sergio le tienen un gran cariño puesto que siempre lleva el nombre de su tierra alrededor del mundo. Pero lo que más expectación despierta el vestido nupcial de la colaboradora de El Hormiguero, del que la gente no para de hablar y barajar posibilidades . Además, los vecinos de la ciudad, que están muy pendientes de la Puerta del Príncipe, por donde entrarán los contrayentes, desean no perderse ningún detalle del paseillo que tienen que andar sus invitados.
Cabe recordar que se espera encontrar entre los asistentes a rostros tan conocidos como el matrimonio Beckham, David y Victoria, Gerard Piqué, Shakira, Joaquín, Pepe Reina, Álvaro Morata, Alice Campello, Marco Asensio, Nuria Roca, Pablo Motos, Cristiano Ronaldo, Virginia Troconis, Manuel Diaz "el cordobés", Marc Anthony o Niña Pastori, entre otros.
A estas horas, las altas medidas de seguridad ya se han puesto en marcha. La Policía está muy pendiente y ha habilitado, según desvela El País, un único acceso a la Catedral desde la intersección de la calle Miguel de Mañara y la calle Santo Tomás, justo al lado del Real Alcázar. Además, se han restringido tanto las visitas a la Catedral como a la Giralda.
Además de las decenas de curiosos que esperan con impaciencia el "sí, quiero", también están ya apostados a los alrededores de la Catedral diferentes medios de comunicación. Para ellos Sergio y Pilar han pedido que se habilite una zona en la que puedan trabajar con la máxima comodidad posible. Eso sí, han dejado claro que allí ni antes ni después de la boda habrá declaraciones. Las únicas palabras que los protagonistas ofrecerán serán más tarde, cuando se encuentren ya en el interior de la finca La Alegría.