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La infanta Cristina celebra este jueves su 54 cumpleaños. Una fecha que, este año, por primer vez desde que se casara con Iñaki Urdangarin, celebrará sin él. El próximo 18 de junio se cumplirá un año desde que el cuñado del rey Felipe VI ingresase en la prisión de Brihuela (Ávila) para cumplir su condena de 5 años y 10 meses de prisión por el Caso Nóos. En estos cerca de 365 días, la vida de la hija pequeña de los reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía apenas ha cambiado y, lejos de volver a España o instalarse en Portugal para estar más cerca de su esposo, permanece en Ginebra junto a sus dos hijos pequeños, Irene y Miguel, ya que tanto Juan como Pablo han iniciado sus estudios en Hanover y Reino Unido respectivamente.
Por su parte, la vida del marido de la infanta Cristina tampoco ha cambiado mucho. El que fuese jugador de balonmano continúa en esta cárcel de mujeres, en la que desea continuar cumpliendo condena, según informan fuentes penitenciarias a la Cadena Ser. Allí, apartado del resto de reclusas, se dedica a la lectura y la escritura. “Lee mucho y escribe cartas todo el rato en su celda", confiesa esta fuente, que destaca que el resto del tiempo lo pasa entre el polideportivo de la prisión y haciendo deporte en su propia celda, donde se le ha colocado una bicicleta estática tras ser autorizada por el juez de Vigilancia Penitenciaria.
A esta rutina se suma el regimen de visitas y llamadas telefónicas que le concede su segundo grado penitenciario, que ha utilizado por completo. Cincuenta minutos estipulados a diez números de teléfono, dos comunicaciones ordinarias de veinte minutos semanales a través de una mampara, la comunicación vis a vis que recoge el reglamento penitenciario una vez al mes, así como otra comunicación mensual, más familiar, en una sala con un máximo de seis personas, han sido los derechos de los que ha podido beneficiarse Urdangarin en este tiempo. El próximo mes de agosto, la situación penitenciaria Iñaki volverá a revisarse, aunque, salvo sorpresas, no se espera que cambie en exceso.
Lo que sí parece haber cambiado en este tiempo es la relación de doña Cristina con el resto de la Familia Real. El pasado mes de noviembre, coincidiendo con el 80 cumpleaños de doña Sofía, la hermana de Felipe VI, así como sus cuatro hijos, volvían a posar en Zarzuela junto a los Reyes. Una foto histórica que marcaba un nuevo inicio para la Infanta, que vivirá este día con la ausencia de su marido pero con la tranquilidad de saber que las aguas comienzan a calmarse tras años de tormenta mediática.
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