¡Cuenta atrás para la unificación de los concursantes de 'Supervivientes'!
Nuevas normas e importantes cambios de cara al momento más esperado de Supervivientes, el cambio de playa y el inicio de una nueva aventura conjunta
En poco más de 24 horas la esperada unificación llegará a las playas de Supervivientes. Actualmente los concursantes se encuentran divididos en dos localizaciones, en las que uno de los grupos– el de los señores- cuenta con determinados privilegios de los que carece el otro –abandonados-. Una situación que cambiará mañana, durante la gala principal del reality, en la que Fabio, Mahi y Mónica Hoyos se enfrentarán a la decisión de la audiencia y se convertirán en los próximos expulsados de esta edición.
Pero los espectadores de Supervivientes no solo tendrán que decidir quién de los tres quiere que se vaya o que continúe viviendo su aventura. En sus manos también se encontrará el destino de otro superviviente, que no formará parte de la unificación. El concursante elegido será enviado con Chelo García Cortés y con el último expulsado al Palafito, donde permanecerá como pirata olvidado, si la audiencia se lo permite. Esto quiere decir que, cada jueves, tres concursantes se expondrán a la decisión final del público y que, tras el recuento de votos, los dos salvados convivirán en la plataforma de madera. Así, según las novedades de la unificación, serán dos y no uno, los supervivientes que se conviertan en "piratas olvidados" y habiten el reducido espacio del Palafito.
Esta nueva norma podría haber surgido a raíz de las estrictas directrices que han tenido que seguir los expulsados y que ha llevado a algunos al borde de la desesperación. Los primeros días de Loly Álvarez en el mirador no fueron fáciles; poco a poco empezó a hacerse a "su nueva vivienda", aunque también convivió un par de días con Carlos Lozano, tras el castigo que el programa impuso al presentador por sus malos modales. Jonathan Piqueras estuvo dos agónicas semanas en la plataforma, incomunicado, sin prácticamente comida y escuchando las críticas constantes de sus compañeros de grupo. Una estancia que llevó al joven al límite y a acabar suplicando su expulsión. El presentador de El Precio Justo, por su parte, acampó por la isla a su gusto, habló, provocó y se enfrentó a los abandonados y, aunque también tuvo un momento complicado, también recibió la especial visita de su ex Miriam Saavedra, con quien parece haberse reconciliado. En cuanto a Chelo se refiere, su estancia está siendo tranquila y sin demasiadas incidencias; algo que, si se queda, podría cambiar en las próximas horas cuando reciba al nuevo inquilino.