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Una en diciembre y otra en junio. Una en Cuba y la otra en Guadarrama, Madrid. Las hermanas Tablada, Elena y Naele, han cumplido su sueño de casarse con solo seis meses de diferencia. La diseñadora se casó, a finales del año pasado y en su tierra natal, con el empresario Javier Ungría, y este sábado Naele ha hecho lo propio en Madrid y con su pareja, Adrián Chamorro. Otra celebración en el clan en menos de medio año a la que han asistido, como no podía ser de otro modo, la familia al completo.
La propia Elena ha sido la encargada de compartir con sus seguidores algunos de los momentos más emotivos de la ceremonia, como el 'sí, quiero' de la pareja, o el recorrido hasta el lugar en el que han sellado su amor -en la finca El Tomillar - ante la presencia de todos los invitados, entre los que se encontraban algunos que también asistieron al gran día de Elena Tablada y Javier Ungría, el pasado mes de diciembre. Además, entre los invitados se encontraban muchos rostros conocidos, como Kiko Rivera e Irene Rosales, amigos personales de los ya recién casados. El Dj, por cierto, se encargó de amenizar la fiesta posterior pinchando para todos los asistentes. Pasadas las seis y media de la tarde y con todos los invitados ya colocados en sus asientos, la novia hacía su entrada en la finca, de 150 hectáreas y que posee una bucólica y pequeña capilla al aire libre.
Tras la ceremonia, tocaba disfrutar del catering, servido por Cortés de Moraga, y posteriormente darlo todo en la fiesta posterior, que se alargó hasta bien entrada la madrugada, teniendo en cuenta que el horario del último autobús de regreso a Madrid para trasladar a los invitados será a las seis de la mañana. Para dar el pistoletazo de salida a la celebració nocturna, los novios eligieron la canción Flor Pálida, de Marc Anthony. A juzgar por las imágenes que tanto los novios, como los invitados y la propia finca hicieron públicas a lo largo del fin de semana, la boda fue todo un éxito y todos los asistentes se lo pasaron fenomenal, divirtiéndose de lo lindo no sólo con la música que sonó, sino también con el divertido photocall de disfraces e incluso con los detalles que tenían preparados los novios para ellos, como unas zapatillas Converse para cuando el dolor de pies comenzara a hacer mella.
Tal y como se puede ver en algunas de las instantáneas que difundió la finca El Tomillar, la decoración siguió la temática rústica y silvestre, con las flores y la madera como las grandes protagonistas de la jornada. Para la ocasión, Elena Tablada ha lucido un espectacular vestido azul bebé de manga larga, escote y mariposas bordadas en los hombros rubricado por el diseñador Fernando Claro.
En cuanto a la novia, ha elegido un traje de encaje con cuello barco y un recogido bajo del que descendía el tradicional velo. Por lo que se refiere al novio, Adrián, se ha decantado por un frac en azul klein con chaleco a juego, camisa malva y corbata estampada en tonos morados. Su madre y madrina, elegía el lavanda para su vestido largo con pedrería en la parte superior. A buen seguro que este derroche de elegancia y esta bonita celebración han sumergido a Elena Tablada y su marido en los mágicos momentos que vivieron en su boda, celebrada en La Habana hace ahora medio año y en la que la novia lució dos trajes.
Exclusiva en ¡HOLA!, la boda soñada de Elena Tablada y Javier Ungría en Cuba
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