Miriam Saavedra ha llegado a las playas de Honduras como "fantasma del pasado" dispuesta a revolucionar la isla. La peruana hacía su entrada en los Cayos Cochinos como una auténtica diva, donde esperaba reencontrarse con su ex Carlos Lozano. "El huracán peruano está de vuelta, ya no hay más tormentitas, hay huracán. Creo que muchos van a poner cara de iguana y otros de angustia. No creo que Carlos me reciba mal", decía la exconcursante de Supervivientes 2016 antes de que los participantes de esta edición acudiesen a cayo menor, donde se encontraba la ganadora de GH VIP 6.
Poco antes de que la princesa Inca se encontrase con el veterano presentador, este destrozaba el palafito en un ataque de rabia enfadado por los castigos recibidos y el nulo contacto con el exterior que ha tenido a diferencia de sus compañeros "Han conseguido hacerme infeliz en el palafito. Que me saquen de aquí, por favor. No he tenido ni una llamada, ni un trozo de pizza", decía enfadado con la organización del programa. Tras su enfado, Carlos rompía a llorar por la dura situación, asegurando que había perdido la energía y que quería volver a casa el jueves. "Quiero que la gente me saque el jueves de aquí. He perdido la energía. Me habéis quitado todo, toda la ilusión que tenía. He estado aquí mes y medio y ya no disfruto, quedaros con la gente que queréis. No hay nada maravilloso que podáis darme, yo estaba viviendo mi momento bueno y ya no puedo más".
Cuando a Miriam llegó al palafito, Carlos no daba crédito. "Me puedo imaginar quién está debajo del unicornio, ¿qué quieres que haga? ¿A qué has venido?", decía sin mucho entusiasmo. "He venido como 'fantasma del pasado'. Voy a dar vueltas por todas partes, así que no te sientas mal porque parecce que te incomoda mi presencia. No sé qué te he hecho, me gustaría que lo aclarases. Creo que deberías estar muy agradecido conmigo. He sido muy buena contigo, cosa que tú no mucho", comentaba la peruana mientras el presentador negaba sus palabras y reaccionaba de forma negativa ante la visita de su exnovia.
La única que no tuvo ningún tipo de contacto con Miriam fue Mónica Hoyos. Según avanzaban en El programa de Ana Rosa esta mañana, la peruana habría acordado con la organización del programa antes de ir a Supervivientes que, si Miriam visitaba la isla, no estaría nunca a menos de 500 metros de distancia. La concursante se enteraba de la visita de su eterna enemiga poco después, mientras se intentaba jugar al despiste haciendo que no sabía quién era. "Dentro de mi cabeza, donde solo pienso en la gente que me importa y a la que quiero, si te soy sincera no pienso en ella ni sé quién es. Este es un concurso mágico para mí y hay que transmitir eso a la audiencia. Carlos no está en mi presente y lo que haga él con sus exparejas no me importa", decía.