Utrera acoge hoy el último adiós del futbolista español José Antonio Reyes, cuyo fallecimiento el pasado 1 de junio a los 35 años en un accidente de tráfico en Sevilla (Andalucía, España) ha conmocionado al mundo. El funeral ha comenzado a las 9:30 en la iglesia de Santa María de Utrera, su localidad natal, hasta donde se han trasladado aficionados, familiares y seres queridos para despedirse de un futbolista querido por todos. Dos días de luto oficial se han decretado en la localidad que le vio nacer y las banderas ondean a media asta desde el pasado sábado por su fallecimiento.
Rodeado de coronas de todos los equipos donde jugó y entre los aplausos y la ovación de los vecinos de su localidad, llegaba el féretro portado por sus seres queridos y cubierto con una bandera del Sevilla -el club en el que se formó y en cuyo primer equipo militó ocho temporadas divididas en dos etapas- y una enseña nacional. A continuación, sus familiares, entre ellos su padre, visiblemente conmocionado entraba en la iglesia, así como su hijo mayor, José Antonio, de 11 años, que llegó a la iglesia acompañado de su madre, Ana López, expareja del futbolista. El director deportivo del Sevilla, Ramón Rodríguez Verdejo, conocido como Monchi o José María del Nido, expresidente del Sevilla F.C, también les veíamos llegar al funeral. Poco menos de una hora ha durado la misa corpore insepulto que ha sido mucho más íntima que la despedida de ayer en la que cerca de once mil personas asistieron a la capilla ardiente en el Sánchez-Pizjuán. Sus restos mortales a continuación serán incinerados y enterrados en el cementerio de Utrera, en una ceremonia que se celebrará en la más estricta intimidad por expreso deseo de la familia.
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El portavoz de la familia del fallecido, Antonio Fermín Díaz, ha enviado un escrito en el que traslada el "sincero agradecimiento a todas aquellas personas, entidades, instituciones, equipos de todo el mundo y especialmente a la Casa Real por las muestras de cariño al conocerse el fallecimiento del jugador. El comunicado muestra su "gratitud" con quienes acompañan en el duelo a los parientes de Reyes, así como a las personas que a través de las redes sociales enviaron mensajes de consuelo, con mención especial al Sevilla Fútbol Club y al Excelentísimo Ayuntamiento de Utrera.
En el Ayuntamiento de Utrera, esta noche, se ha vivido la madrugada más dolorosa. Los vecinos de la localidad despedían a Jose Antonio Reyes entre lágrimas y desconsuelo. Sobre el féretro descansaban los mensajes de su esposa, Noelia López, las fotos de sus hijas, Noelia y Triana, y los mensajes de sus amigos y su gente. Las colas volvían a repetirse. El reventón de una rueda y el exceso de velocidad se barajan en la investigación como hipótesis del accidente que le costó la vida a Reyes y a su primo Johnatan. El otro ocupante, familiar también del futbolista, continúa ingresado en estado grave con quemaduras en el 65 por ciento de su cuerpo.
La capilla ardiente con los restos mortales de Reyes quedó instalada ayer por la tarde en el Estadio Sánchez-Pizjuán del Sevilla, el club de su vida, y estuvo decorada con los tres trofeos de la Liga Europa que el malogrado futbolista ganó con el equipo hispalense en un espacio presidido por una foto suya con la inscripción “Eterno capitán” y multitud de coronas de flores enviadas por particulares, instituciones y clubes de fútbol. Los restos mortales de Reyes permanecieron en el estadio hasta las 21.00 horas y posteriomente fue trasladado a Utrera. "Era un jugador que estaba en el corazón de todos los equipos del mundo", decía Florentino Pérez, que llegó acompañado de Raúl González, Emilio Butragueño y Sergio Ramos, íntimo amigo del jugador.
Un día después de la tragedia el hijo mayor de Reyes, de once años, le dedicaba un emotivo recuerdo. “¡Sé que desde el cielo me cuidarás y yo nunca te voy a olvidar! Te quiero papá”, escribió José Antonio Reyes López, también futbolista como su padre y juega en el Leganés en la categoría Alevín A. Su mujer, Noelia López, con quien se casó en 2017 y tuvo dos hijas, Noelia y Triana, le ha dedicado un desgarrador mensaje, que refleja el duro momento que está viviendo. "Amor de mi vida, no puedo soportar este dolor, qué solitas nos dejas. Te llevas mis ganas de viviir...Ayúdame gordito porque no imagino la vida sin ti. Ayúdame a criar a nuestras hijas. Dame fuerzas, esas que no tengo. Te llevaremos en el pensamiento y vivirás por siempre en nuestros corazones”.