)
Durante el enlace civil, celebrando en uno de los salones de Estado del palacio, y la posterior fiesta nupcial, en los jardines de esta residencia, todos los ojos en el Principado estaban puestos en Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam. Pero, a pesar de que ellos eran los protagonistas indiscutibles de la jornada, hubo otras dos personas que también acapararon muchas miradas: sus madres. La princesa Carolina de Mónaco y la actriz Carole Bouquet estaban radiantes en un día tan importante para sus respectivos hijos, con los que posaron sonrientes y muy emocionadas en el original photocall con forma de yate que la amazona y el productor de cine prepararon para divertir a los invitados.
Carolina de Mónaco, que escogió dos diseños de Chanel para el gran día, estaba pletórica al ver cómo su hija mayor, con la que guarda un asombroso parecido, ponía el broche de oro a su relación con Dimitri Rassam. Ambas han estado siempre muy unidas, algo que ha quedado patente en las múltiples imágenes en las que han posado juntas. Tanto en los últimos tiempos, en los que las miradas cómplices entre ellas son una constante, como en las fotos de la infancia de Carlota, queda claro que tienen una conexión especial. De niña era habitual ver a Carlota junto a la princesa recogiendo flores por Saint-Rémy, paseando a pie o en bicicleta por sus calles, montando a caballo... Y es que madre e hija tienen muchas aficiones comunes.
La hermana de Alberto de Mónaco, que también estuvo presente en la boda, siempre ha respetado las decisiones que han tomado tanto Carlota como sus otros hijos, Andrea, Pierre y Alexandra De Hannover. Ya sea en el ámbito profesional como en el privado, los cuatro han encontrado apoyo incondicional en su madre. "Los hijos no nos pertenecen. Puedes mostrarles puertas, quizá, probar para darles las llaves. Pero ellos tienen que elegir la puerta y usar la llave", aseguraba en una entrevista concedida a ABC News.
Tanto Carolina como Carlota y el resto de la familia han recibido con los brazos abiertos a Dimitri Rassam y a su madre, Carole Bouquet, cuya sonrisa no se borró de su rostro durante la boda, en la que Juliette Maillot y Vanina Mandelli, íntimas de la novia, ejercieron como testigos. La intérprete, que tiene en su haber un premio César, también apostó por un diseño de Chanel. La popular actriz francesa ya es una más entre los Grimaldi. Con todos ellos tiene una gran sintonía tal y como demostró el pasado mes de marzo en el Baile de la Rosa, el evento más importante de todo el Principado.
Antes de convertirse en consuegras, Bouquet y la Princesa mantenían una gran amistad. Curiosamente, sus vidas están llenas de similitudes como por elemplo que nacieron en 1957, que son consideradas iconos de belleza y que están volcadas en distintos proyectos solidarios. Tambiñen tenían una estrecha relación con Karl Lagerfeld. Cabe recordar que, mientras que Carolina consideraba al káiser de la moda como alguien de la familia, Carole estuvo vinculada a la maison durante una década. Las vidas privadas de las dos también son parecidas, enviudaron muy jóvenes. Ahora se encuentran en puntos vitales parecidos. Un momento en el que disfrutan a lo grande ejerciendo de abuelas.
)
)
)
)
)
)
)
)
)
