Es sin duda la boda del año en Mónaco. Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam se dan hoy el “sí quiero” en el emblemático palacio Grimaldi, que se despereza a la luz del sol que ya ilumina el enclave Mediterráneo. En un escenario inigualable, bañado por el aroma del mar, Carlota y Dimitri unen sus caminos poniendo así un the end feliz a su historia de amor. Aún no ha comenzado el verano, pero hoy gozan de una estupenda temperatura que ronda los 22 grados, así que los vestidos primaverales son bienvenidos. A buen seguro que es la elección preferida por los invitados que acompañen a los novios en su enlace civil, que se celebra en los salones del palacio. Siguiendo la tradición familiar, Carlota y Dimitri se van a unir en una ceremonia que se celebra en el salón del Trono o en el llamado de los Espejos, la elección más probable.
Allí se harán promesas de fidelidad, apoyo y lealtad ante sus allegados, que después celebrarán con ellos su amor. Andrea y Pierre también tuvieron una ceremonia civil, seguida por un almuerzo en palacio y continuaron luego con sendas fiestas nocturnas, en el Sporting de Invierno de Montecarlo y el Hotel de Francia, respectivamente. Carlota y Dimitri han mantenido, es algo habitual en los hijos de Carolina, la discreción con respecto a los detalles de su gran día, pero se espera que sigan los mismos pasos, convirtiendo su boda en un maratón de fiestas y reuniones. Todo es poco para brindar por la nueva etapa que comienza.
Lo hará así la familia de los novios. La princesa Carolina y su buena amiga, la actriz Carole Bouquet, verán cómo sus hijos afianzan su relación y asistirán además, así se espera, al bautizo de su nieto Balthazar, de siete meses. En la fiesta posterior bailarán al ritmo del grupo Alessandro Ristori & The Portofinos, una popular banda italiana cuya música incluye canciones de la década de los 60 y los 70. Alessandro, su líder, ha explicado en Di•Lei, que sus modelos a seguir son artistas de la talla de Celentano, Elvis Prestley o Dean Martin. El conjunto ha actuado ya en otros eventos de la realeza como el enlace de Dushan de Serbia y mantiene un vínculo especial con la familia de Carlota. Alberto de Mónaco ha estado en varias de sus actuaciones y los contrató para su cumpleaños. Beatrice Borromeo es además una de sus principales seguidoras y consiguió que actuaran el Baile de la Rosa, el evento monegasco por excelencia.
Entre los asistentes a esta celebración se espera, claro, a los hermanos Casiraghi y los primos de la novia -Pauline y Louis Ducruet y Camille Gottlieb-. También a miembros de su círculo íntimo, como Eugenie Niarchos-nieta del magnate griego Stavros Niarchos- Margherita Missoni -heredera de la casa de moda-, Bianca Brandolini -novia de Lapo Elkan, heredero del imperio Agnelli-. Precisamente Eugenie Niarchos y Bianca Brandolini han sido de las primeras en llegar. Familiares y amigos formarán parte de un álbum de recuerdos que se abre hoy en el Principado, ya preparado para vivir de nuevo la emoción del amor.