Chelo García Cortés se derrumba antes de ser salvada por la audiencia de 'Supervivientes'
La periodista vive sus momentos más bajos en la isla y es arropada por Isabel Pantoja
Chelo García Cortés ha sido la primera concursante en librarse de las nominaciones por la audiencia de Supervivientes. Sea como fuere, y a pesar de la alegría del apoyo del público, la periodista ha vivido previamente algunos de sus momentos más bajos en la isla. Tan solo unos minutos antes de conocer el veredicto de los espectadores, rompía a llorar de forma desconsolada provocando una gran sorpresa entre sus compañeros. Todo sucedía durante la celebración de la prueba semanal. Los concursantes del 'reality' han vuelto a disputarse las playas a través de un divertido juego. Con los ojos vendados, los participantes debían conducir una bola gigante por un complicado recorrido abarrotado de obstáculos, siguiendo las indicaciones de uno de sus compañeros. Isabel Pantoja fue la encargada de guiar a 'los señores', que iniciaron el juego con gran entusiasmo. No obstante, a los pocos segundos de empezar la prueba, Chelo García Cortés se quedaba descolgada del grupo y no era capaz de continuar el recorrido. Un parón que generaba una inesperada reacción en ella.
La veterana periodista rompía a llorar inmediatamente después de que sus compañeros finalizasen el juego. "He fallado al principio y no me puedo permitir ese lujo. Me da mucha rabia fallar", decía entre lágrimas. Ante la situación, Isabel Pantoja se acercaba a consolar a su amiga: "Ya está, mujer. ¡Si lo has hecho muy bien!". "No me merezco nada", contestaba la colaboradora de Sálvame. "Hemos ganado la prueba gracias al esfuerzo de mis compañeros. Soy consciente de que me he perdido al principio". Un fallo que sacaba todo lo que, durante semanas, había guardado: "Estoy cansada de hacerme la fuerte. Estoy cansada de estar nominada. Añoro a Marta, mi casa… todo" añadía después de que Lara Álvarez revelase que habían completado el reto en 4:12 minutos, frente a los 5:29 de sus contrincantes.
Después de estos minutos de angustia en la que la colaboradora era arropada por Mónica Hoyos y la tonadillera, Chelo y sus compañeros recibían como recompensa una suculenta oferta de bandejas de embutido envasado que disfrutaron enormemente. Consciente de lo que acababa de ocurrir y de que estaba disfrutando de su recompensa gracias a sus compañeros, la periodista quiso compartir con el equipo rival su bandeja de comida, sin embargo, la organización no lo permitió.