El nivel de exigencia crece cada día en Masters de la reforma, sin embargo los peones progresan lentamente. Anoche, se emitió el cuarto programa de este nuevo formato, en el que los concursantes demostraron que aún les queda mucho por aprender para conseguir realizar una obra 100% exitosa. "La ejecución y la técnica han sido un verdadero desastre. Nos encontramos en el cuarto programa y no es de recibo encontrar cosas tan mal hechas", decían los jefes de obra tras la prueba de habilidad. Las parejas tuvieron que revestir y decorar con gresite una pared, tarea que resultó un tanto complicada para los aspirantes. Los mejores en hacerlo fueron Antonio y Elisa y Naomi y Álex que se convirtieron en los jefes de las cuadrillas de la prueba de exterior.
Para este reto, el programa quiso ayudar a una familia en apuros económicos. Para ello, se desplazaron hasta Colonia Jardín, en las afueras de Madrid, donde los concursantes se encargaron de realizar un proyecto de obra en una finca. Las valoraciones no fueron especialmente positivas, y la ejecución de las distintas actividades dejó mucho que desear en algunos casos. "Una cosa es convencernos y otra conquistarnos y no nos habéis conquistado", decían los jueces tras repasar los trabajos de interior y exterior. No obstante, uno de los objetivos principales de la obra era revalorizar el inmueble, cosa que consiguieron. El valor inicial era de 293.202 euros y, tras el paso de los peones, el valor de la finca se ha incrementó en torno a 40.000 euros. En cuanto a los desperfectos y fallos, el equipo de profesionales del programa se encargó de corregirlos posteriormente. "Ha primado la ley del mínimo esfuerzo y no ha habido liderazgo", decían los jueces a la cuadrilla verde, antes de que sus integrantes fueran a la prueba de eliminación. Con cinco horas de trabajo por delante, las parejas se encargaron de montar una cocina en la que los concursantes pujaron por algunos de sus elementos.
La invitada especial, la actriz y cómica Silvia Abril, se encargó de poner un toque de humor a la prueba de expulsión. "A mí dame una tuerca, dame una pared… Andreu es una maza. Vamos tapando agujeros… y nunca mejor dicho. Los dos somos 'doña reforma' y como tenemos dinero, nos va mucho cambiar espacios. Hay un espacio muy importante para mí, que es la cocina", decía la ex concursante de MasterChef Celebrity y autora del libro Como a mí me gusta: Mis recetas saludables para ser feliz. "Es el corazón del hogar. Me gustaría que tuviera un office. En cuanto a estilo soy muy ecléctica, pero también muy partidaria de que el menos es más".
José e Iratxe fueron los primeros en salvarse. Naomi y Álex fueron los siguientes en subir a la galería. La expulsión quedó entre Jessica y Francisco y Javier y Jonathan, siendo estos últimos los que tuvieron que colgar su cinturón de herramientas. Una expulsión que emocionó muchísimo al resto de parejas, ya que el buen humor y sintonía de los recién expulsados habían hecho que se convirtieran en dos de los personajes más carismáticos y queridos de esta edición.