Iker Casillas no quiso perderse este sábado por la tarde el partido que enfrentaba a su equipo, el Oporto, con el Sporting de Lisboa, en la final de la Copa de Portugal. Si bien es cierto que el guardameta no salió al campo de juego -aún se recupera del infarto de miocardio que sufrió el pasado 1 de mayo y que le llevó a ser ingresado e intervenido de urgencia en el hospital-, quiso apoyar y respaldar a todos sus compañeros y lo hizo desde la grada del estadio Nacional de Oeiras, como un miembro más del público. Eso sí, vestido con la equipación de calle del club. Así es precisamente como fue captado por las cámaras poco antes de que diera comienzo el partido.
El cúmulo de sentimientos era tal -cabe recordar que, además, su esposa Sara Carbonero se encuentra hospitalizada tras ser operada de un tumor maligno en un ovario- que los sentimientos de Iker Casillas estaban a flor de piel. Por ello no es de extrañar que en un momento del encuentro deportivo, justo cuando el brasileño Tiquinho Soares metió el gol que abrió el marcador y sacó una camiseta del portero para homenajearle y dedicarle el tanto, el de Móstoles no pudo evitar emocionarse hasta el punto de romper a llorar en medio del júbilo y los aplausos del público asistente.
Pese al apoyo de Iker Casillas, que viajó por unas horas hasta Portugal desde España, donde se encuentra acompañando a Sara Carbonero en el hospital, su equipo -con el que tiene contrato hasta dentro de dos años- no pudo hacerse con la victoria y conseguir así el segundo trofeo de la temporada. En el tiempo de penaltis, el Sporting de Lisboa se proclamó campeón de la Copa de Portugal.
Lo cierto es que el futuro de Iker Casillas en el Oporto es, a día de hoy, una incógnita. Aunque algunas informaciones apuntaban a que muy pronto podría anunciar su retirada del fútbol profesional, hace unos días el propio guardameta pidió calma a sus seguidores. "Retirarme, habrá un día que me tenga que retirar. Déjenme anunciar dicha noticia cuando llegue ese momento. Por ahora tranquilidad. Ayer tuve revisión con el Dr. Filipe Macedo. Todo muy bien. Eso sí que es una gran noticia que quería compartir con todos", comentó entonces.
El pasado 20 de mayo, el de Móstoles celebró su 38 cumpleaños y lo hizo de una manera ciertamente atípica. "Tengo que estar feliz, feliz porque desde hace 20 días uno sigue estando aquí con vosotros. Los 37 se fueron... ¡menos mal! ¿Qué nos traerán los 38? ¡Por ahora, verlos!", fueron sus palabras coincidiendo con esa fecha tan significativa. Como no podía ser de otro modo, su familia, es decir, su mujer y sus dos hijos, Martín y Lucas, han sido sus mejores apoyos, como ahora ellos tres lo son para Sara Carbonero.
Sara Carbonero e Iker Casillas, un amor inquebrantable a pesar de los obstáculos