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Han sido muchos meses de especulaciones entre los fans después de que se supiera que Julianna Margulies había rechazado participar en el spin off de The Good Wife, la serie que protagonizaba, y que lleva el nombre de The Good Fight. En una entrevista con SiriusXM, la actriz aseguraba que siempre había tenido interés por participar en la ficción protagonizada por Christine Baranski, Rose Leslie y Cush Jumbo, pero se negó porque no le pagaban lo que merecía. "Si me pidieran que saliera pagándome mi caché, por supuesto que lo haría, en un momento", aseguró. "Pero tienes que poner un precio a lo que vales", añadió dejando claro que su rechazo no se trata de un conflicto con la cadena o con sus compañeras.
A la hora de pedir lo que ella considera como "igualdad" dice que no se trataría de ningún "cameo". "Recibiría sueldo de estrella invitada si fuera a Ley y Orden porque no es mi serie. No pediría el salario que recibí como Alicia Florrick [protagonista de The Good Wife], pero sé que a cualquier hombre al que pidieran salir en un spin off de su propia trama le ofrecerían al menos 500.000 dólares (447.475 euros)", explica sin dar más detalles.
Lo cierto es que no es tan habitual como parece que los personajes principales de series originales salgan más tarde en sus spin offs, pasó con Buffy y Angel, y también con Sons of Anarchy y Mayans, por ejemplo. Pero no con otros grandes éxitos como Breaking Bad y Better Call Saul o Friends y Joey, donde los protagonistas no aparecen en las nuevas tramas, con excusa o no de la historia.
Margulies no quiso seguir protegiendo a la cadena que emitió The Good Wife y que ahora tiene en parrilla a The Good Fight porque considera que hablando del tema está preparando el camino para las actrices que vengan tras ella. Pero no guarda ninguna negatividad en lo que respecta a la serie, tampoco sobre el final que a tantos fans dejó con la boca abierta: "El día que filmé el piloto dándole una torta a Chris Noth, Robert y Michelle King me dijeron que tenían siete años para escribir la trama y que al final sería yo quien recibiría la torta". Esto no asustó a la protagonista, que dio carta blanca a los guionistas: "Haré lo que digáis, mi trabajo es hacer que parezca real".
La estadounidense, de 52 años, tiene un valor neto de 30 millones de euros y su sueldo en The Good Wife la convirtió en una de las mujeres mejor pagadas de televisión. Encarnó a la abogada Alicia Florrick desde 2009 hasta 2016, papel por el que ha recibido numerosos premios, entre ellos, tres Emmy y un Globo de Oro. Entre sus próximos proyectos figuran producir una miniserie basada en hechos reales sobre mujeres periodistas en Vietnam.
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