La resaca de Eurovisión 2019 deja más de una decepción entre los seguidores del festival en nuestro país. La derrota de Miki con su canción La Venda pone en evidencia lo que parece ser un intento fallido más de España por dar con la clave para triunfar en el certamen musical más famoso de Europa, siendo Holanda el ganador en esta ocasión. Pero más allá de tener vencedores y vencidos en el concurso, se pudieron presenciar momentos más que llamativos en una gala muy original en la que Israel, país anfitrión, se esforzó por ofrecer un gran show al margen de las críticas. Todo un reto que superaron con éxito en una ceremonia de lo más original con presencia de artistas de años anteriores, celebridades como Madonna o uno de sus rostros patrios más populares, Bar Refaeli, entre los conductores de esta edición de Eurovisión que, sin duda, ha dado mucho de los que hablar.
Uno de los momentos más esperados de la noche era la actuación de la Reina del Pop. Madonna puso ritmo al fin de fiesta con dos canciones. El primero fue Like a Prayer, uno sus temas estrella con el que salir al escenario es para ella apostar al caballo ganador. Lo hizo con una estética que recordaba mucho a los hábitos de los monjes franciscanos para luego, dar paso a su corsé más mítico en una versión reinventada. Su segunda canción fue Future, el nuevo sencillo de su último disco Madame X, que se podrá escuchar al completo el día 14 de junio.
Durante las pasadas semanas, la cantante se ha visto inmersa en críticas por su participación en Eurovisión, hasta el punto de no saber hasta el último momento si de verdad se contaría con su presencia en el escenario. La actuación no ha resultado muy aplaudida por el público ni por la crítica, destacando los fallos vocales de la estrella del pop. Pero más allá de lo musical, Madonna es espectáculo y ha sabido cómo poner la guinda a su actuación para que sea una de las más comentadas a pesar de actuar después de 26 concursantes prácticamente impecables. Durante su show, dos de los bailarines de fundían en un abrazo. ¿La polémica? Uno llevaba en la espalda la bandera de Israel y el otro la de la Palestina.
Israel en la gala de Eurovisión
El país optó por poner al frente de la presentación del festival a uno de sus rostros más populares a nivel internacional: la top model Bar Refaeli. La modelo, espectacular sobre el escenario, fue todo un acierto como conductora de la gala.
Eurovisión no dio de lado a la ganadora del año pasado. Netta realizó una performance de lo más colorida y animada por un gran número de bailarines en los que el color amarillo se tornaba protagonista, resaltando que, al fin y al cabo, Eurovisión es una fiesta.
Otro de los momentos en los que el país anfitrión resultó protagonista fue durante la actuación de su propio cantante de este año. Kobi Marimi, representante de Israel en Eurovisión 2019 rompió a llorar durante su puesta en escena. Su canción Home hablaba de su propia historia de superación personal. El cantante sufrió bullying en el pasado por su peso (140 kilos), por lo que se propuso adelgazar y convertirse en estrella de la música y cumplir su sueño. No pudo evitar la emoción al recordar el camino que le ha costado tanto trazar hasta llegar a conseguir el micrófono de Eurovisión. Así, Israel por segundo año consecutivo, repite mensaje en contra del acoso como ya ocurrió con Toy, la vencedora del pasado año.