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La noche se vestía de gala en las televisiones de Europa para recibir el certamen musical más mediático. Un total de 26 artistas han desfilado por el escenario del Centro de Convenciones de Tel Aviv representando a sus respectivos países, derrochando talento, efectos digitales, escenografías y estilos de todo tipo y, sobre todo, mucha ilusión. Países Bajos, Suecia, Rusia, Francia, Australia, Azerbayán e Italia eran los nombres que sonaban en todas las apuestas, mucho más reñidas que en otras ediciones de Eurovisión. Finalmente, era Duncan Laurence, con su emotiva balada al piano Arcade, quien levantaba el ansiado micrófono de cristal.
Comenzando con Portugal, el país anfitrión la pasada edición, arrancaron las conexiones en directo con los diferentes países para recoger el reparto de votos profesionales. Los populares pasaban directamente al recuento final, manteniendo la emoción hasta el último momento. Nieves Álvarez era la encargada de dar la decisión desde España, que otogaba los 12 puntos a Suecia, país que se quedó a las puertas de la victoria.
Macedonia del norte, Italia, Suecia o Países Bajos bailaban en los primeros puestos en el voto profesional, quedando finalmente John Lundvik, con la canción Too Late For Love, el primero de la tanda. El televoto resolvía la decisión y dejaba al representante de Países Bajos con un total de 492 puntos. Por su parte, La venda de Miki Núñez consiguió solo 7 votos en la primera ronda pero alcanzó los 60 con el televoto de la audiencia, lo que significó un puesto 22.
La supermodelo Bar Refaeli, la youtuber Luci Ayoub y los periodistas Erez Tal y Assi Azar han sido los encargados de conducir la gala. Se estima que en torno a 200 millones de personas han seguido el gran show musical desde sus casas, quienes, además de los diferentes representantes, han podido disfrutar de las actuaciones musicales de otros artistas como Dana International, Conchita, Netta o Eleni Foureira.
Madonna sobre el escenario
Uno de los momentos más esperados de la noche era la actuación de Madonna, cuya presencia sobre el escenario incluso llegó a peligrar días antes de la cita musical. Pero cumpliendo con lo previsto, la 'reina del pop' se trasladaba a Tel Aviv para presentar su último trabajo, Madame X. Con el parche en el ojo que caracteriza la estética de este disco, Madonna regaló bonitas palabras a los asistentes y participantes antes de empezar su show.
"Tenéis que creer en ese sueño (…) No subestimemos el poder de la música, que une gente" fueron algunos de sus mensajes. Además, invitó a todos a cantar un extracto de uno de sus temas de éxito. "Music, makes the people come together, yeahhh" sonó en el Centro de Convenciones de Tel Aviv al unísono para emoción del resto de artistas. Como también su conocido Like a prayer y su nuevo sencillo Future, los temas que la incombustible artista interpretó.
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