Aneth, el mayor apoyo de Isabel Pantoja, segunda expulsada de 'Supervivientes'
Expulsión, nuevos nominados y un polémico reparto de localizaciones marcan la noche conducida por Jorge Javier Vázquez
Después de que Dakota fuera salvada el pasado martes en Tierra de nadie, la expulsión de esta semana se decidía entre Chelo, Mónica y Aneth. El futuro de estas tres mujeres quedaba en manos del público que decidía enviar a la peruana al palafito, no sin antes tener oportunidad de animar a Isabel Pantoja, su gran amiga en la isla: "Te quiero Isabel, tienes que ser fuerte y hasta el final". Allí se encontraba con Jonathan, quien confesaba haber pasado una semana muy dura. Finalmente Aneth, que en su alegato de defensa comentaba querer quedarse para seguir sacando de quicio a todos, se convertía en la segunda concursante invitada a abandonar la aventura. Jonathan mantenía su lugar como pirata olvidado.
Chelo García Cortés era la primera salvada de la noche por parte de la audiencia, quien aprovechó el momento para mandar un cariñoso mensaje a su pareja: "¿Me dejas decirle a Marta que la quiero con toda mi alma?". Una euforia que viviría momentos después Mónica Hoyos, al convertirse en la segunda nominada que podía respirar tranquila al evitar la expulsión. Un respiro que mantendrá toda la semana, pues después de dos consecutivas ha dejado de ser aspirante a abandonar próximamente la isla. Una suerte que no ha tenido la tertuliana.
Nuevas nominaciones
Chelo, Carlos, Albert e Isabel Pantoja son los nuevos nominados de Supervivientes. En el grupo de los abandonados, Albert era el concursante elegido por sus compañeros y Colate, como líder, sumaba el nombre de Isabel Pantoja a la candidatura; una decisión que, aseguró, ha tomado con el corazón y la cabeza, porque la intérprete no está en plenas condiciones. En la playa de los señores Lidia se encargaba de desempatar entre Otto y Chelo, eligiendo a esta última, y añadía a Carlos a la lista, por evidentes motivos de afinidad con el resto de miembros. Los piratas, inmunes tras ganar la prueba de equipos, esquivaban las nominaciones.
Lucha por las localizaciones
La noche arrancaba precisamente con la prueba de equipos, en la que los supervivientes se retaron para elegir en qué playa de la isla pasarían la próxima semana. Una prueba en la que, por turnos, tres integrantes de cada grupo tuvieron que arrastrarse sobre la arena con el objetivo de colocar un balón dentro de un aro. Reptaron, con las manos atadas a la espalda, y finalmente la destreza de Omar daba por ganadores al equipo de los piratas, que decidían permanecer en la misma playa. Igualmente, mantenían al resto de grupos en sus actuales localizaciones, "condenando" a los abandonados –Isabel Pantoja, Albert, Colate y Mónica Hoyos- a continuar en las peores condiciones de la aventura, algo que no sentó muy bien a sus integrantes.
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Loly ya está en casa
La aventura de Loly acabó hace una semana y era momento de reencontrarse con Jorge Javier, quien hizo una sincera confesión a su llegada: "Qué pena me da que estés aquí". Se repasaron algunos de sus mejores momentos en la isla, habló de sus duros días en la plataforma pirata y afirmó que Aneth sería la persona con la que no volvería a compartir la experiencia, en parte por su falsedad y convivencia. "Reconozco que es una superviviente pero no tenía empatía con los compañeros", argumentaba.
Sorpresas en forma de llamada
Como cada noche en Supervivientes, el directo dejó emotivos momentos. El primero de ellos fue el protagonizado por Mahi, al recibir la llamada de su novio con motivo de su cumpleaños. Una conexión que alegró enormemente a la joven, quien, además, recibió una tarta como regalo que compartió con todos sus compañeros. Isabel Pantoja fue la siguiente en poder intercambiar unas palabras con alguien cercano, en este caso su hijo. "Deja de ser Isabel Pantoja y sé Maribel. Queremos ver a Maribel", le animaba Kiko desde el plató. Otto fue el tercer concursante en disfrutar de unos minutos con su hermano mientras que Dakota, que entró en la zona de nominaciones iracunda porque no veía justo que unos recibieran llamadas y otros no, perdió su privilegio por quejarse y no mostrar los modales adecuados.