A poco más de un mes de su boda con Pilar Rubio en la Catedral de Sevilla, Sergio Ramos ha sorprendido este lunes al acudir a la parroquia de Nuestra Señora de la Moraleja de Madrid a recibir el bautismo en una ceremonia íntima en la que no estaban presentes ni su futura esposa ni sus tres hijos. El capitán del Real Madrid llegó al templo alrededor de las 21.30h con un hombre que ejercía de padrino y otros dos testigos, tal y como ha confirmado El Confidencial Digital.
Según apunta el citado medio, el sacramento se realizó en la capilla, en lugar de en el altar central, a través de una misa oficiada por dos sacerdotes. En el momento del bautizo, el templo estaba cerrado al público por lo que la ceremonia se desarrolló en total intimidad. Posteriormente, Sergio y sus tres acompañantes fueron a celebrarlo a un local de las inmediaciones.
Con este paso, imprescindible para contraer matrimonio por el rito religioso, el deportista ve allanado así el camino hacia el altar con Pilar Rubio tras siete años de relación y tres hijos en común. Fue el propio Sergio quien, por sorpresa, desveló la noticia ante las cámaras de El Hormiguero, de Pablo Motos y, más adelanta, la presentadora desveló algunos detalles del enlace, aunque no dio ninguna pista sobre el secreto mejor guardado: su vestido. Eso sí, advirtió que por muy madridista que sea su marido, no tiene por qué ser blanco.
Su boda se celebrará en la finca privada del futbolista en Sevilla, y será de lo más hermética. "Todos los invitados, en cuanto lleguen a la puerta de la finca, dejarán sus móviles y cámaras en unas taquillas para que se sientan bien y puedan disfrutar tranquilamente", señalaban en el programa de televisión el día que anunciaron su futuro enlace. Además, Pilar adelantó que se avecina algo “gordo” para la fiesta posterior. Y es que el futuro matrimonio podría llevar un tiempo negociando con nada más y nada menos que con Aerosmith o ACDC, dos de las mejores bandas de rock de la historia, para que una de ellas actúe en el día de su boda.