¡Comienza la cuenta atrás definitiva para el Festival de Eurovisión 2019! Todo parece estar preparado para la celebración de la esperadísima velada musical, que tendrá lugar el próximo sábado en el Centro de Convenciones de Tel Aviv (Israel). Además de los 26 finalistas que pelearán por alzarse con el galardón, todo hacía indicar que esta 64 edición del certamen estaría enriquecido con las actuaciones de grandes iconos musicales, como la diva israelí Dana International, Conchita Wurst o Madonna. Sin embargo, la Reina del Pop, una de las estrellas más esperadas de la noche, podría no estar presente en el escenario eurovisivo.
A escasos días de conocer el nombre del relevo de Netta Barzilai, intérprete de Toy y ganadora del Festival de Eurovisión 2018, la presencia de la cantante de Hung Up peligra. Todo comenzaba cuando el prestigioso diario israelí Walla aseguraba que, aunque las negociaciones se han llevado a cabo, la estadounidense aún no ha firmado el contrato que confirmaría su participación. Una información que han confirmado los responsables de la Unión Europea de Radiodifusión (UER). "La razón por la que la UER)no ha confirmado la actuación de Madonna es porque no hay contrato firmado con ella", ha asegurado ante los medios Jon Ola Sand, Supervisor Ejecutivo del festival.
"Nos encontramos en fase final de negociaciones, pero si esta semana no hay un contrato firmado no la veremos en el escenario. Tenemos una artista a la que le gustaría participar en Eurovisión, a nosotros nos encantaría tenerla en el escenario, pero para ello necesitamos ciertas garantías", ha explicado el supervisor, quien ha criticado las filtraciones que se han producido a la prensa local por parte de la televisión pública israelí sobre la participación de la Reina del Pop. "Ha habido rumores y la gente ha estado hablando en boca de la UER", ha concluido tajante.
Según medios locales, el dinero es uno de los hándicaps principales. A pesar de que se especuló que la actuación costaría en torno al millón de dólares a los organizadores, la factura se ha elevado casi en medio millón de dólares como exigencia impuesta por la cantante. Otro de los problemas sería el repertorio que Madonna desea presentar sobre el escenario israelí. La diva de la canción desea interpretar una de las canciones de su nuevo álbum, en lugar de su éxito mundialmente conocido Like a Prayer, tal y como se estableció inicialmente. Los fans del Festival de Eurovisión y de la propia Madonna tendrá que esperar hasta el último momento para descubrir si finalmente la estrella participará en el espectáculo.