Isabel Pantoja se enfrenta a sus peores fobias en 'Supervivientes'

Tras el cambio de playa la tonadillera pierde sus privilegios y afronta como puede las condiciones de playa abandonada

por Gtresonline

Ha sido criticada prácticamente desde que iniciara su concurso, sin embargo, Isabel Pantoja acaba de dar un importante paso para demostrar que ella también es una auténtica superviviente. Después de pasar el comienzo del reality en dos localizaciones con diferentes niveles de facilidades, la tonadillera se encuentra en playa abandonada, la peor zona de los Cayos Cochinos. A pesar de convivir con Colate, con quien siente una gran complicidad, la artista desearía volver a las comodidades, tener comida y colchón a tener que permanecer en su nueva localización.

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En sus primeros días en playa abandonada, Isabel ha tenido que hacer frente a sus peores miedos. Ha perdido el privilegio que le otorgó la audiencia y ha tenido que dormir en el suelo y a la intemperie. Rodeada de cucarachas y cangrejos, la cantante de Marinero de luces entraba en pánico y, en plena crisis de ansiedad, revelaba tener pánico a la oscuridad. Colate intentó tranquilizarla, pero ni las bonitas palabras del empresario bastaron para tranquilizarla.

La comida ha sido el otro gran percance que Isabel Pantoja se ha encontrado en playa abandonada. Hasta ahora, la cantante había podido pescar con el kit de lujo, cocinar con fuego y comer conservas en lata. Estos privilegios no existen en su nueva localización y la concursante ha tenido que resignarse y comer insectos por primera vez en su vida. Después de discutir con el grupo, tras recibir una serie de latas como regalo del pirata Morgan que ella quería consumir en el momento y el resto guardar para otro momento de mayor necesidad, Aneth se dispuso a cocinar un arroz con insectos. La amiga de su hija Isa intentó animar a la tonadillera a probar los gusanos y abejas que les habían otorgado, sin embargo, Isabel no parecía muy dispuesta a comer bichos.

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Después de un largo rato, se armó de valor y probó un par, asegurando más tarde que no estaban tan malos como pensaba. "Es la primera vez en mi vida que los he probado, pero cuando estás en este estado comes lo que sea. Y están exquisitos", decía después de haber ingerido esta nueva fuente de proteína con la que ha roto una nueva barrera en su lucha por la supervivencia.

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