Fallece la entrañable Doris Day a los 97 años

Su cara angelical y la ingenuidad con la que hizo inolvidables todos sus personajes quedará para siempre grabada en la memoria de la época dorada de Hollywood. La meca del cine dice este lunes adiós a la mítica Doris Day, que ha fallecido a los 97 años en su residencia californiana de Carmel Valley, según ha confirmado la fundación que lleva su nombre. Según el comunicado difundido a los medios, la actriz estaba "rodeada de amigos" y "habá gozado de una excelente salud para su edad, hasta que hace poco contrajo un caso grave de pulmonía que desembocó en su muerte". 

Polifacética donde las haya, se mantuvo en activo hasta hace una década cuando publicó un nuevo disco llamado My Heart,  una selección de grabaciones remasterizadas en las que Day también ponía voz a nuevo material y versiona temas de bandas como los Beach Boys o los Lovin' Spoonful. Aunque al cumplir los 50 años se retiró del cine para centrarse en el activismo, sobre todo en favor de los animales, y retomar de vez en cuando la música, una constante en su carrera que le reportó dos premios Oscar en los años 50 por Secret Love y Qué Será Será de la película de Alfred Hitchcock, El Hombre que Sabía Demasiado.

Nacida en el Ohio con el nombre de Doris Maryanne von Kappelhoff, comenzó su carrera como bailarina de ballet hasta que un accidente de tráfico truncó su carrera. Fue durante su recuperación cuando comenzó a cantar y se le abrieron las puertas de Hollywood. Su prolífica carrera dejó títulos tan míticos como El Trompetista, Pijama para Dos, Quiéreme o Déjame y Confidencias de Medianoche, por la que obtuvo una nominación al Oscar.

Aunque su rostro siempre estuvo asociado a la felicidad y la candidez, en el terreno personal la suerte no siempre sonrío a la estrella del celuloide. Estuvo casada en cuatro ocasiones  y tuvo un hijo, Terry, de su primer matrimoino. En su libro Doris Day: He Own Story se sinceraba en 1976 sobre sus relaciones y sobre los problemas económicos a los que tuvo que hacer frente. La actriz nunca logró hacerse con un Oscar a la mejor interpretación, pero fue galardonada en 2004 con la Medalla Presidencial de la Libertad que le concedió el presidente George W. Bush.