Llegaron a la isla convertidos en "piratas". Inmunidad, una playa de calidad intermedia y el privilegio de poder robar elementos a sus compañeros. Carlos Lozano, Mónica Hoyos, Isabel Pantoja, las Azúcar Moreno y Chelo García Cortés, los concursantes con más trayectoria televisiva y en el mundo del espectáculo de esta edición de Supervivientes tenían prácticamente todo al alcance de sus manos para disfrutar, en la medida que las condiciones extremas del reality lo permiten, de unos primeros días de paz y tranquilidad. Pero las trifulcas entre el que fuera el presentador de El Precio Justo y las cantantes del grupo no tardaron en producirse. Tanto, que hace unos días la tonadillera y las hermanas Salazar se plantaban y amenazaban con abandonar su aventura. Un ultimátum que duró apenas un día, que supuso la evacuación de las artistas de la isla y que posteriormente tuvo un tenso y frío reencuentro con el exmodelo.
Isabel Pantoja, Encarna y Toñi Salazar se alzaron contra Carlos y se marcharon sin parar de repetir que sus constantes ataques habían colmado su paciencia y estaban haciendo la convivencia imposible. Pero para entonces, el ex de Miriam Saavedra ya había sido castigado por el pirata Morgan y enviado al palafito a recapacitar por su comportamiento. Aun así, las folclóricas decidieron marcharse y pasaron la noche aisladas del resto de sus compañeros en el Palacio Presidencial. Después de deliberar, volvieron a la zona de juegos de la isla, donde Carlos esperaba junto al resto de Supervivientes con cara de pocos amigos.
Sin mediar palabra y sin tan siquiera mirarse a la cara, Isabel y las hermanas de los Chunguitos se colocaron frente a su enemigo a la espera de las órdenes del presentador de Tierra de Nadie. Tampoco hicieron falta, pues el rostro de los concursantes, que actualmente habitan en la playa de los señores, lo decía absolutamente todo. La tensión era palpable; tanto que Carlos Sobera quiso aclarar que las artistas no habían recibido ningún trato de favor y que habían estado siguiendo el mismo régimen de alimentación que el resto de sus compañeros. Es decir, 30 gramos de arroz, agua e isotónicos para no deshidratarse. "Yo no he comido arroz, ni tampoco he dormido en una cama", contestaba Lozano visiblemente enfadado por la situación.
Tras la prueba de "semilider", la audiencia decidió salvar al presentador de las nominaciones. Una decisión que no sentó nada bien a las artistas, que recibían la información bastante resignadas y sorprendidas. Después, los supervivientes regresaron en silencio a sus playas, mientras Carlos se dirigía al palafito, donde aún permanece con Loly Álvarez. Un retiro que ha llevado a las playas de Honduras algo de calma y que, salvo que la organización decida cambiar a los concursantes de los equipos, podría terminarse cuando se le levante el castigo a Carlos Lozano.