La madre de Britney Spears toma partido en la polémica situación de su hija
Tras las insinuaciones de que el ingreso de la cantante de 'Toxic' no fue voluntario, Lynne Spears ha movido ficha legalmente
Después de semanas de especulaciones acerca del estado de salud de Britney Spears tras su ingreso en un centro de salud mental y pese a que ella ha querido tranquilizar a sus fans, un nuevo movimiento por parte de su madre, Lynne, no facilita las cosas. Según ha podido confirmar la revista estadounidense People, la progenitora ha pedido formalmente ser notificada de todas las decisiones que toma el tutor legal de la intérprete de Toxic. En 2008 un juez de Los Ángeles nombró al padre de la cantante y a su abogado, Andrew Wallet, como tutores permanentes de su patrimonio, pero el pasado mes de marzo, según ha publicado la web estadounidense The Blast, el letrado habría renunciado de esta posición.
Se dijo entonces que los padres de la artista habrían discutido por el interés de Jamie por llevar la tutoría legal de una manera más proactiva. Así que Lynne ha tomado la decisión de pedir que los cambios que se produzcan le sean notificados directamente a ella de manera judicial en vez de tener comunicación con el que fuera su marido hasta 2002. Sin embargo una fuente cercana asegura a People que no hay ninguna batalla entre ambos progenitores.
"Britney aún está ajustando los medicamentos que toma. Es una situación difícil para ella y Lynne está en Los Ángeles para ayudar", añade el contacto de la familia con la revista. La madre de la cantante quiere estar más involucrada en la vida de su hija para ayudarla y si hay algo más que se pueda hacer por ella, que se haga así. Hasta el momento la escritora (ha publicado 4 libros hablando sobre la fama de su familia) no ha intentado nunca ser nombrada co-tutora con su exmarido, que el pasado otoño sufrió una perforación intestinal que podría haber acabado con su vida. El próximo 10 de mayo habrá una vista legal de seguimiento para confirmar el estado de la intérprete de Oops... I did it again.
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El pasado 25 de abril, Britney fue dada de alta del "centro de bienestar" en el que estaba siendo tratada. Según pudo saber People, fue su novio (con el que sale desde hace dos años), Sam Asghari, quien la recogió y la llevó a casa, donde pasó su primer fin de semana junto a sus hijos de 13 y 12 años. En el proceso la cantante compartía un vídeo de uno de sus rutinas de ejercicios revelando haber perdido peso por el enorme estrés al que estaba sometida.
Antes de ser dada de alta, Britney se vio obligada a asegurar a sus fans que todo iba bien. "Mi familia ha atravesado mucho estrés y ansiedad, así que necesito tiempo para procesarlo. No os preocupéis, volveré pronto", explicaba la cantante, que tuvo que dar detalles por la polémica creada a su alrededor y el movimiento #FreeBritney que aseguraba que su padre y su mánager habían sido los responsables de su ingreso en contra de su voluntad. "Los rumores, amenazas de muerte a mi familia y mi equipo... se están diciendo muchas locuras. Yo estoy intentando darme un momento para mí misma pero todo lo que está pasando me está complicnado las cosas", confesaba.
Britney Spears rompe su silencio en medio de la polémica y responde a los rumores