Después de su divorcio de Paula Echavarría, el año pasado David Bustamante tuvo que hacer frente a otra dolorosa separación, la de su amigo Javier Castillo 'Poty'. Desde que se conocieran en la primera edición de Operación Triunfo en 2001, el cantante y el coreógrafo se hicieron inseparables. Una relación que se fue consolidando con el paso de los años y que también se hizo extensible a sus respectivas parejas hasta que, debido a la separación del popular matrimonio, el intérprete de Dos hombres y un destino dejó de seguir al bailarín en las redes sociales. Una ruptura unilateral de la que se desconocen los motivos oficiales y de la que este último se lamentaba hace unos meses. "Me dan ganas hasta de llorar", reconocía en una entrevista concedida a Europa Press en septiembre.
Transcurrido el tiempo, Javier sigue sin entender esta decisión, tal y como declaraba ante los medios durante la presentación del último libro de Nieves Herrero, Esos días azules, en Madrid al ser preguntado si estaba al tanto de la relación sentimental de David con Yana Olina. "No tengo ni idea de ese tema. Sigo a David en las redes, pero no le veo, el que no me sigue es él a mí. Yo no tengo problema. Nunca me he enfadado con él. No sé por qué me ha dejado de seguir", explicaba abiertamente. "Es un tema del que no me apetece hablar. Lo ocurrido no tiene explicación. Cualquier cosa referente a este tema le podéis preguntar a él, porque yo no tengo ni idea".
A pesar del distanciamiento, sus sentimientos hacia el que fuera su mejor amigo siguen siendo sinceros. "Le deseo que le vaya muy bien, le quiero mucho", aseguraba ante los micrófonos sin poder disimular un cierto gesto de incomodidad al hablar de un asunto tan personal. "No puedo deciros nada más porque me da vergüenza hablar de este tema. Con la edad que tengo y el currículum que tengo, vengo a un photocall a apoyar a una amiga y que me pregunten por este tema… se me cae la cara de vergüenza".
Por otra parte, también fue preguntado por su relación con Paula y su actual pareja, el futbolista Miguel Torres, del que solo tuvo buenas palabras: "Nos hemos visto muy poco, pero es un tipo muy, muy, muy agradable, muy majo". Además, reconoció no haber visitado todavía la nueva casa que se está construyendo la actriz, de la que pronto será vecino, "aunque por fuera es una preciosidad". "Ayer precisamente estuvieron mi mujer, Isabel, y mi hija Martina viéndola y dicen que es maravillosa".