Fallece Pitita Ridruejo, la gran dama de la sociedad española
La aristócrata española ha fallecido en su domicilio de Madrid a los 88 años
Pitita Ridruejo ha fallecido a los 88 años, segun han confirmado a ¡HOLA! fuentes familiares. La que fuera una de las mujeres más carismáticas de la alta sociedad española nos ha dicho adiós en su domicilio madrileño después de una vida de ensueño. La aristócrata, casada Mike Stilianopoulos, el que fuera embajador de Filipinas en España y Reino Unido durante 59 años, enviudó en 2016 y el suyo fue uno de los matrimonios más consolidados del panorama español. La pérdida de su marido supuso un duro golpe para ella hace varios años. "Para mí lo era absolutamente todo, mi media mitad, mi todo, el hombre más importante de mi vida", confesaba entonces.
Nacio en Soria en el año 1930 en el seno de una familia acomodada –su padre, banquero de profesión, era primo del poeta Dionisio Ridruejo–. La infancia y primera juventud de Esperanza transcurrió como la de cualquier niña privilegiada de su edad: estudió en el colegio de la Asunción de Madrid, donde coincidió con la reina Fabiola de Bélgica, cursó estudios de Literatura inglesa en Belmont (Inglaterra) y posteriormente se matriculó en la Universidad de Ginebra. Su vida cambió notablemente cuando conoció a Mike Stilianopoulos, un filipino con el que contrajo matrimonio el 24 de junio de 1957 y cuyos padrinos de boda fueron los Condes de Barcelona, don Juan de Borbón y doña María de las Mercedes. De su matrimonio nacieron sus tres hijos, Ana, Carlos y Claudia.
Hija y nieta de banqueros, esposa de un empresario y diplomático filipino, Pitita Ridruejo recorrió medio mundo hablando de tú a tú a príncipes y reyes, presidentes, multimillonarios, artistas famosos. Poco después del 'sí, quiero', Pitita tendría el primero de los muchos encuentros que le depararía la vida como fue el del pintor Salvador Dalí, quien al cruzarse con ella en los pasillos de un hotel de Barcelona le ofreció retratarla. Pitita se vio obligada a rechazar el ofrecimiento porque ella y su marido partían hacia su luna de miel y no podían cancelar el viaje.
Durante su vida, de embajada en embajada, vivió en Nueva York, donde se codeó con Andy Warhol, en Roma conoció a Federico Fellini, quien la pidió que hiciera un cameo como María Callas en la película Roma, y durante su etapa en Londres llegó a disfrutar de un fin de semana en Windsor invitada por la reina Isabel II, ya que ella y su marido mantenían una gran amistad con la princesa Margarita. Sin duda fue considerada una de las aristócratas más elegantes de la época. Su diseñador de cabecera siempre fue el español Elio Berhanyer, que creaba para ella elegantes vestidos túnica con inesperados volúmenes, mientras que su característico peinado remataba una imagen única, sinónimo de un gran refinamiento, forjado durante años en diversas embajadas del extranjero.
En 2002 publicó Memorias de Pitita, un libro autobiográfico donde contaba las aventuras que vivió como embajadora consorte en muchos de los destinos de su marido. Además, en 2013, Pitita, que siempre fue muy creyente y gran devota de la Virgen, escribió un libro sobre el tema de las apariciones marianas, La virgen María y sus apariciones.
Alejada de la vida pública desde hace años, una de sus últimas apariciones fue durante la exposición Hubert Givenchy que se celebró en octubre de 2014 en Madrid. Apenas dos años más tarde, vestida de riguroso luto, Pitita reaparecía para despedirse del gran amor su vida, el diplomático Mike Stialianopoulous, que falleció . Desde ese momento ha estado prácticamente retirada del foco en su casa de Madrid hasta que hemos conocido la triste noticia de su fallecimiento.