Iker Casillas, muy emocionado y con la voz quebrada, recibe el alta hospitalaria

Acompañado de su mujer, Sara Carbonero, el portero del Oporto pronunció sus primeras palabras tras abandonar el hospital

por hola.com

Cinco días después de haber sufrido el mayor susto de su vida, Iker Casillas ha abandonado muy emocionado el hospital CUF de Oporto tras recibir el alta hospitalaria. El futbolista, de la mano de su esposa, Sara Carbonero, salía del centro y pronunciaba unas emotivas palabras ante los medios de comunicación. Iker tuvo que detenerse para contener su emoción en varios momentos de su discurso. "Hace unos días tuve un acontecimiento que le puede suceder a cualquier persona en cualquier momento de la vida. Me tocó a mi. Es difícil hablar...", dijo al mismo tiempo que se le quebraba la voz y se veía a su esposa al borde de las lágrimas. Respiró hondo y pudo continuar: "Hay que estar agradecido porque he tenido mucha suerte. Le quiero dar las gracias a mucha gente que se ha preocupado estos días porque me han hecho sentir querido. Hay que sacar siempre una sonrisa de estos momentos y yo creo que la voy a sacar. Me emociono un poco con toda la gente que ha venido aquí y con tantas muestras de cariño".

El exportero del Real Madrid no quiso olvidarse de nadie en los agradecimientos. Dio las gracias a sus seguidores, al personal sanitario, a su club y a su familia que le ha apoyado mucho. "Ahora me encuentro mucho mejor. Tendré que hacer reposo un par de semanas  o varios meses. La verdad es que me da igual, lo importante es estar aquí". Y concluyó: "Estoy bien, lo puedo contar y lo podéis ver".  En cuanto a su futuro profesional, Casillas dijo: "No sé lo que será el futuro, lo importante es estar aquí". 

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El portero sufrió un infarto de miocardio agudo el pasado 1 de mayo mientras entraba con el club luso que por fortuna pudo ser resuelto a tiempo. Casillas sintió un fuerte golpe en el pecho que le dejó tirado sobre el césped y apenas podía respirar. El portero fue trasladado de inmediato al hospital aquejado de un ataque al corazón. El portero tenía obstruida la arteria coronaria derecha y fue intervenido de urgencia para practicarle un cateterismo cardíaco y le pusieron un stent durante la operación que duró 45 minutos.  "Iker Casillas está bien, estable y con el problema cardiaco resuelto", fueron las tranquilizadoras palabras emitidas por el equipo tras la operación.

Esta noticia sorprendió a su mujer, Sara Carbonero, que estaba fuera del país cumpliendo sus compromisos profesionales. La periodista de Deportes Cuatro se encontraba en Tarifa, a casi 800 kilómetros de distancia de su marido cuando éste comenzó a sentirse indispuesto durante los entrenamientos. Sara recibió la alarmante noticia y tomó un vuelo a Oporto de inmediato. Desde entonces no se ha separado del lado de su marido, que pese a la gravedad del asunto y el shock inicial, se ha mostrado animado y ha agradecido todos los mensajes de apoyo. 

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Las primeras palabras de Sara Carbonero fueron: "Afortunadamente todo ha quedado en un susto. Muchísimas gracias por todas las muestras de cariño y preocupación. Como me decía hoy una buena amiga, la vida tiene a veces esa extraña manera de recordarnos celebrar cada latido". Unas bonitas palabras que iban acompañadas de dos fotos, una junto a su marido, aún convaleciente en la cama del hospital pero sonriente, y otra con las manos entrelazadas.

Sus hijos Martín, de cinco años, y Lucas, de dos, son una inyección de energía en su recuperación. Los pequeños acudían a visitarle en el hospital a petición del guardameta. "Está bien, muy bien. Está tranquilo, ha estado viendo las noticias y ahora quiere ver a sus hijos", decía Sara a su llegada a centro hospitalario la tarde del jueves.

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Del mismo modo, Iker Casillas trataba de tranquilizar a sus seguidores publicando una imagen desde la cama del hospital levantando el dedio pulgar: "Todo controlado por aquí, un susto grande pero con las fuerzas intactas. Muchísimas gracias a todos por los mensajes y el cariño", afirmó. Casillas evoluciona favorablemente, pero es demasiado pronto para hablar de su futuro profesional. Iker, que cumplirá 38 años el próximo 20 de mayo, había renovado su fichaje en el Oporto F.C. durante dos temporadas más y así acabar su carrera con 40 años. El médico del Oporto, Nelson Pulga, señaló que va a quedar "perfectamente recuperado", aunque advirtió de que habrá que esperar para saber si podrá continuar jugando al fútbol de máximo nivel.